miércoles, 5 de septiembre de 2012

DERROTA Y HUMILLACION DE ISRAEL



Israel está dispuesto a enfrentar, a su enemigo más acérrimo en la región: Irán sin su aliado más poderoso, USA. Todo parece indicar que el avance del poder nuclear iraní, está empujando a Israel hacia una acción desesperada, sin mayores indicios de éxitos y a un alto costo social y humanitario.

La nación judía se precipita al cumplimiento profético reservado para ella, de los tiempos postreros, sin mayores luces espirituales. Es innegable que este pueblo recibe un trato especial de parte de Dios, que no es demostrado a ninguna otra nación sobre la tierra.

Traigo a colación la primera invasión exitosa a Jerusalén y la destrucción del Templo de Salomón. Por muchos años Dios estuvo advirtiendo a su pueblo Israel, que por haberse apartado de su Palabra y mandamientos, enviaría una nación poderosa a humillarlos y castigarlos por su desobediencia.

El profeta Isaías le trae esta palabra a la nación: “Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil.

La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.

¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?
Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada.
  Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.

Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor”.

Israel ha tenido siempre un propósito divino delante de Dios: hacerla la nación ejemplar ante el resto de las naciones, por causa del Dios a quien servían. Todas las demás naciones servían a dioses falsos; Israel fue escogida para servir al Unico y Sabio Dios, al Creador del Universo, Señor del cielo y la tierra. Israel por ello estaba llamada a producir frutos diferentes a las demás naciones.

El pueblo judío estaba y está llamado a mostrarle al mundo que su relación con Dios debía reflejarse en su sociedad con obras de justicia y verdad. La presencia de Dios debía conocerse en ellos, a través de los valores éticos de su sociedad.

Pero este privilegio que se le otorgó a Israel, conlleva una inmensa responsabilidad: la obediencia total a Dios. Para que la nación esté bajo la protección de Dios; es necesario que exista una obediencia plena a su Palabra.

Note Ud. que el profeta declara cuál será el proceder de Dios con su pueblo Israel, a causa de examinar a la nación y encontrar que fallaron en el empeño de Dios: le quitaría su vallado y la nación sería consumida.

Dios le hace saber a la nación lo que El hará y por qué lo hará. También le da directrices para que responsablemente enderecen sus pasos y vuelvan al camino que El trazó para ellos.

Aquí les llamo la atención a algo me inquieta sobremanera: de acuerdo a la relación de la nación judía con su Dios; asimismo será la protección que ella tendrá. Si su relación es aceptable ante los ojos del Altísimo; la nación será protegida por Dios. Sin embargo; si la relación no es agradable a Dios; la nación será derrotada. Hago énfasis en que la relación debe ser aprobada por Dios, no por el hombre.

El profeta Joel nos arroja luz sobre el trato de Dios con su pueblo Israel:

“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.

Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.

Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.

Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán.

Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.

Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.

Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo.

Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán.

Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.

Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.”

Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.

¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea.

Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.

Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.

Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.

Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.

Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.”

 En esta porción del profeta Joel entiendo que hay un gran deseo de Dios para con su pueblo Israel: Que se vuelva a El de todo su corazón, le indica como hacerlo y El les garantiza que hará grandes cosas, entre ellas, hará que los enemigos de Israel sean derrotados y la nación será protegida.

Hoy en día los enemigos de Israel le rodean por todas partes, deseosos de lanzarse como aves de rapiña sobre su pequeña presa. Me pregunto constantemente:

¿Por qué Israel está tan confiado? ¿Esta confianza se deberá a que se siente seguro de la protección divina? ¿Su ciega confianza en Dios lo lleva aún a menospreciar la ayuda de su gran aliado USA?

¿Hay evidencias palpables e inobjetables de que Dios está protegiendo a Israel?

Después de la destrucción del II Templo y una diáspora de casi 2000 años, sinónimos irrefutables de un juicio divino contra su pueblo, ¿Israel se puso a cuentas con su Dios?

A pesar de que se afirme que menos del 35% de la población judía de Israel es religiosa, ¿Está Dios agradado con Israel como en sus mejores momentos de los reyes David y Salomón?

He notado en muchas expresiones israelitas que ellos solos pueden hacerle frente a la amenaza iraní porque Dios está de su lado. ¿Es esto cierto? ¿Cuenta hoy Israel con el mayor aliado de todos: Dios?

¿Puede ser Dios aliado de un Israel en desobediencia a su Palabra? ¿Podrá Israel prevalecer contra sus enemigos sin la presencia de Dios con ellos?

Juzgue usted.

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