Israel está dispuesto a
enfrentar, a su enemigo más acérrimo en la región: Irán sin su aliado más
poderoso, USA. Todo parece indicar que el avance del poder nuclear iraní, está
empujando a Israel hacia una acción desesperada, sin mayores indicios de éxitos
y a un alto costo social y humanitario.
La nación judía se precipita al
cumplimiento profético reservado para ella, de los tiempos postreros, sin
mayores luces espirituales. Es innegable que este pueblo recibe un trato especial
de parte de Dios, que no es demostrado a ninguna otra nación sobre la tierra.
Traigo a colación la primera
invasión exitosa a Jerusalén y la destrucción del Templo de Salomón. Por muchos
años Dios estuvo advirtiendo a su pueblo Israel, que por haberse apartado de su
Palabra y mandamientos, enviaría una nación poderosa a humillarlos y
castigarlos por su desobediencia.
El profeta Isaías le trae esta palabra a la
nación: “Ahora cantaré por mi
amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera
fértil.
La había cercado y despedregado y plantado de vides
escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella
un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.
Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.
¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya
hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?
Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
Ciertamente
la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá
planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí
clamor”.
Israel
ha tenido siempre un propósito divino delante de Dios: hacerla la nación
ejemplar ante el resto de las naciones, por causa del Dios a quien servían.
Todas las demás naciones servían a dioses falsos; Israel fue escogida para
servir al Unico y Sabio Dios, al Creador del Universo, Señor del cielo y la
tierra. Israel por ello estaba llamada a producir frutos diferentes a las demás
naciones.
El
pueblo judío estaba y está llamado a mostrarle al mundo que su relación con
Dios debía reflejarse en su sociedad con obras de justicia y verdad. La
presencia de Dios debía conocerse en ellos, a través de los valores éticos de
su sociedad.
Pero
este privilegio que se le otorgó a Israel, conlleva una inmensa
responsabilidad: la obediencia total a Dios. Para que la nación esté bajo la
protección de Dios; es necesario que exista una obediencia plena a su Palabra.
Note Ud.
que el profeta declara cuál será el proceder de Dios con su pueblo Israel, a
causa de examinar a la nación y encontrar que fallaron en el empeño de Dios: le
quitaría su vallado y la nación sería consumida.
Dios le
hace saber a la nación lo que El hará y por qué lo hará. También le da directrices
para que responsablemente enderecen sus pasos y vuelvan al camino que El trazó
para ellos.
Aquí les llamo la atención a algo me inquieta
sobremanera: de acuerdo a la relación de la nación judía con su Dios; asimismo
será la protección que ella tendrá. Si su relación es aceptable ante los ojos
del Altísimo; la nación será protegida por Dios. Sin embargo; si la relación no
es agradable a Dios; la nación será derrotada. Hago énfasis en que la relación
debe ser aprobada por Dios, no por el hombre.
El profeta Joel nos arroja luz sobre el trato
de Dios con su pueblo Israel:
“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi
santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de
Jehová, porque está cercano.
Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y
de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo
grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en
años de muchas generaciones.
Delante de él consumirá fuego, tras de él
abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás
de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.
Su aspecto, como aspecto de caballos, y como
gente de a caballo correrán.
Como estruendo de carros saltarán sobre las
cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas,
como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.
Delante de él temerán los pueblos; se pondrán
pálidos todos los semblantes.
Como valientes correrán, como hombres de
guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su
rumbo.
Ninguno estrechará a su compañero, cada uno
irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán.
Irán por la ciudad, correrán por el muro,
subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.
Delante de él temblará la tierra, se
estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas
retraerán su resplandor.
Y Jehová dará su orden delante de su ejército;
porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque
grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?
Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a
mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.”
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos,
y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo
para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y
dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro
Dios?
Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno,
convocad asamblea.
Reunid al pueblo, santificad la reunión,
juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su
cámara el novio, y de su tálamo la novia.
Entre la entrada y el altar lloren los
sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no
entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella.
¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?
Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a
su pueblo.
Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí
yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os
pondré en oprobio entre las naciones.
Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo
echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin
al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo
grandes cosas.
Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová
hará grandes cosas.”
En esta
porción del profeta Joel entiendo que hay un gran deseo de Dios para con su
pueblo Israel: Que se vuelva a El de todo su corazón, le indica como hacerlo y
El les garantiza que hará grandes cosas, entre ellas, hará que los enemigos de
Israel sean derrotados y la nación será protegida.
Hoy en día los enemigos de Israel le rodean
por todas partes, deseosos de lanzarse como aves de rapiña sobre su pequeña
presa. Me pregunto constantemente:
¿Por qué Israel está tan confiado? ¿Esta
confianza se deberá a que se siente seguro de la protección divina? ¿Su ciega
confianza en Dios lo lleva aún a menospreciar la ayuda de su gran aliado USA?
¿Hay evidencias palpables e inobjetables de
que Dios está protegiendo a Israel?
Después de la destrucción del II Templo y una
diáspora de casi 2000 años, sinónimos irrefutables de un juicio divino contra
su pueblo, ¿Israel se puso a cuentas con su Dios?
A pesar de que se afirme que menos del 35% de
la población judía de Israel es religiosa, ¿Está Dios agradado con Israel como
en sus mejores momentos de los reyes David y Salomón?
He notado en muchas expresiones israelitas que
ellos solos pueden hacerle frente a la amenaza iraní porque Dios está de su
lado. ¿Es esto cierto? ¿Cuenta hoy Israel con el mayor aliado de todos: Dios?
¿Puede ser Dios aliado de un Israel en
desobediencia a su Palabra? ¿Podrá Israel prevalecer contra sus enemigos sin la
presencia de Dios con ellos?
Juzgue usted.
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