UN GUIA EFICAZ
Por:
Dr. Emmanuel Garcia Moreno
“Me
guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”
Cristo
está interesado en conducirnos mediante una guía amorosa, por sendas en las
cuales podamos experimentar la gloria del Padre, en cuanto atravesamos y nos
rodean las tinieblas de la mortandad que se desatará sobre la tierra en poco
tiempo.
Es lo
que dice Isaías:
“Voz
que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la
soledad a nuestro Dios.
Todo
valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo
áspero se allane.
Y se
manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la
boca de Jehová ha hablado.”
Y en
otra parte también dice:

“Y
guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no
habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso
en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé”
Las sendas de justicia se
refieren a los caminos en los cuales debe andar el hombre, que son gratos
delante de Dios y que han sido revelados por la Palabra de Dios.
… Me
guiará…”

Es uno
de los beneficios que recibe el hombre o la mujer que han decidido aceptar a
Cristo como su Pastor. Recordando que en los tiempos del ministerio de Cristo
en la tierra, El se dio a conocer como “El Buen Pastor”.
En
Juan 10, El dice:
“Yo soy el buen pastor; el buen
pastor su vida da por las ovejas.
Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir
al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
Así
que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Yo soy
el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También
tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y
oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”
Cristo
nos dice que nosotros necesitamos ser pastoreados por El. El mismo como Pastor
de las ovejas, de nosotros los que le hemos creído y recibido, vino a este
mundo, tomó un cuerpo de hombre y murió por nosotros como buen Pastor que es.
Jesús
nos enseña en estas Palabras, que si alguien quiere erigirse como guía de
nuestras almas; debe dar su vida por nosotros. Tiene que levantarse como
competidor del Dios Todopoderoso, para tratar de quitarle sus ovejas.
Somos
ovejas de Cristo, porque El nos compró con el precio de su vida. Ahora somos
propiedad de Cristo; propiedad de Dios. Como ovejas de El; necesitamos ser
guiados por caminos que no conocemos, por sendas nuevas para nosotros. Caminos
o sendas en los cuales no pudimos andar porque no era nuestra naturaleza.
Nosotros
antes de conocer a Cristo con el corazón, porque antes lo conocíamos en nuestra
mente y no en el corazón, andábamos en nuestros propios caminos o sendas, que
eran caminos de muerte, caminos de perdición, de injusticia.
El
hombre natural anda por sendas terrenales, carnales o naturales. Podemos pensar
que aquellas cosas que hacemos <sino todas; la gran mayoría>, son buenas
a nuestros propios ojos. Pero estas obras nuestras o caminos en que andamos,
puestas en la balanza de Dios, con la medida que El exige que seamos medidos;
no califican como buenas.
Es
más, Dios llama nuestras obras trapos de inmundicias. En Isaías 64:6 leemos: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como
la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”
El
hombre es su propio consejero. Se sienta delante de corazón y comienza a sacar
las cosas que hará durante su vida. Unas veces de manera planificada; otras de
forma espontánea. Pero, todo lo que el hombre hace, sale de su corazón. Y lo
considera bueno delante de sus ojos.

Imagino
a Dios ante tanta desfachatez respondiéndole al hombrecito este: “Yo preparé
para ti las obras, la justicia de mi Hijo para que anduvieses en ella, ¿Por qué
las despreciaste y te empeñaste en andar en tus propios pensamientos y en tus
propias sendas? ¿Tú piensas que tus obras o tu justicia son mejores que la
justicia de mi Hijo y o sus obras?
El
hombre que desprecia la Justicia de Cristo; tendrá que ser justificado ante
Dios por sus propias obras. Pero, sabemos que ningún hombre es justificado ante
Dios por sus obras como lo enseña el apóstol Pablo.
“Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de
Cristo.
Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi
propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la
justicia que es de Dios por la fe; Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,
las he estimado como pérdida por amor de Cristo.”
“Porque yo les doy testimonio de
que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Porque
ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se
han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree.
Porque
de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas
cosas, vivirá por ellas.
Pero
la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al
cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo?
(esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
Mas
¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la
palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo.
Porque
con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.
Pues
la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Porque
no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es
rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el
nombre del Señor, será salvo”
¡Insondables
son las riquezas de Dios!
No
pudiendo nosotros alcanzar la justicia por nuestras obras; envía a su Hijo,
para que por medio de El, seamos nosotros justificados delante de El, mediante
la fe.
Todo
aquél que es de la fe en Cristo; ha sido justificado ante Dios. Por eso podemos
vivir confiados.
Volviendo
al salmo: “El Señor es mi Pastor……me guiará por sendas de justicia por amor a
su nombre”
Cristo
como buen Pastor que dio su vida por nosotros y también nos dio su Justicia;
ahora que somos sus ovejas nos ha de conducir por obras de justicia. Las sendas
de justicia, son las obras que Dios ha preparado para que andemos en ellas.
Esto
es importante entenderlo, porque de esta comprensión depende la vida cristiana
y todo lo que hagamos para agradar a Dios.
Cristo
como Pastor de nuestras vidas, nos habla por medio de su Palabra y de esta
forma nos hace escuchar su Voz. El nos ha dejado su Palabra para que conozcamos
lo que le agrada a Dios. En ella encontramos todo lo relacionado a la vida que
agrada a Dios; las obras en que debemos andar todos. Son las obras de Cristo
del día a día.
Por
eso dice “….me guiará por sendas de justicias”. En su Palabra nos muestra sus
obras y a través de ella, deja escuchar su Voz, llamándonos a que le sigamos
por esas obras.
Es
entonces cuando dejamos de mentir, para hablar verdad; dejamos la
fornicación, para andar en abstinencia
de sexo; dejamos la violencia, para andar en paz; dejamos las bebidas
embriagantes, para andar en su gozo; dejamos la envidia y la codicia, para
andar contentos con lo que tenemos, dando gracias a Dios en todo momento;
dejamos la avaricia, parta andar en generosidad.

Las
obras a que se refiere Cristo en Juan 14 cuando dice “Las obras que yo hago,
vosotros también las haréis” se refieren a las obras de su vida de santidad, no
solo a los milagros y sanidades.
Anhelamos
y buscamos las obras poderosas del Espíritu de milagros y prodigios; pero no
buscamos con la misma intensidad las obras, también poderosa de una vida de
santidad.
Por
eso es que el Espíritu nos advierte: las obras poderosas de los milagros y
señales pasará; pero las obras poderosas del amor permanecerán para siempre.
En Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para
que anduviésemos en ellas.”
Debemos
tener presente que al aceptar a Cristo en el corazón; hemos nacido de nuevo,
somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron. Como nuevas criaturas
contamos con la ayuda y poder del Espíritu de Dios, quien nos hace andar en
este camino nuevo.
Las
obras preparadas por Dios para que andemos en ellas son las del día a día.
También son las obras del llamamiento al servicio de Cristo. Dios nos ha
llamado y preparado desde antes de ser creados, para cumplir ministerios con
sus dones, para que sirvamos en la iglesia.
Cuando
empezamos a andar en su justicia, oyendo, obedeciendo y siendo guiados por
Cristo en esas obras, entonces y solo entonces, podemos enfrentar la sombras de
muerte que nos rodearán.
Para
terminar.
Nosotros,
a los que nos ha tocado la bienaventuranza de vivir estos tiempos finales antes del Regreso de Cristo,
experimentaremos que, en la medida en que obedecemos a nuestro Señor Jesucristo,
en todo lo que nos enseña; saldremos más que victoriosos en medio de los días
de oscuridad que pronto abarcarán la tierra.
Las
sombras de la muerte se desatarán sobre la tierra; pero a nosotros, quienes
escuchamos la Voz de Cristo y seguimos tras El en su guía en medio de la
Tormenta; llegaremos a nuestro destino, que es estar en la Casa del Padre, sin
sufrir ningún rasguño o pérdida, porque El tiene cuidado de nosotros.
Cuando
somos guiados por las sendas de justicia por el Buen Pastor, de seguro
llegaremos a la Casa del Padre, en donde obtenemos toda la Provisión divina
para nuestras necesidades.
Les
recuerdo la Conferencia que estaremos dictando sobre La Provisión de Dios en
Tiempos de Crisis. Hotel Panamá. Salón Cristal. Lunes 3 de Diciembre de 2012.
De 6PM a 9:30PM. Se estará entregando ejemplar de mi libro Islam el Azote de
Dios.
Aproveche
la promoción válida hasta el 15 de Noviembre.
Bendiciones