En pleno siglo XXI oír hablar de persecuciones religiosas sistemáticas produce extrañeza y más extrañeza aún produce, saber que estas persecuciones no hayan alcanzado el grado necesario de denuncia en los organismos internacionales. Hay un velo de silencio cómplice sobre este tema, es como si fueran tantos los problemas en el mundo, que no hay tiempo ni recursos, mucho menos voluntad política para enfrentar este incómodo problema.
Enterarse que en revistas de renombre mundial se haya denunciado la situación, sin eco en quienes observan temas importantes del mundo; es frustrante. Se informa que más de 200 millones de personas de confesión cristiano en más de 60 países sufren persecución de diferentes tipos. Masacres de miles en Sudán, bajo los ojos complacientes de las autoridades musulmanas fundamentalistas; en Irak, país musulmán, donde todas las facciones político-religiosas tienen milicias armadas, no así los cristianos, quienes no portan armas, no pertenecen a ninguna tribu específica se les acusa de ser agentes y colaboradores de gobiernos cruzados extranjeros, han disminuido a poco más de 350,000 desde más del millón hace siete años ; en Pakistán, fuerte aliado de USA en su guerra global contra el Terrorismo Mundial, matan cristianos por haber abandonado el Islam, solo en 2007 murieron más de setenta; en Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán, los predicadores musulmanes fundamentalistas piden la expulsión de estas minorías, por ser sospechosos de representar corrientes neocolonialistas occidentales; en Nigeria, Etiopía y Uganda entre otros, se les persigue por ser cristianos; en Corea del Norte, decenas de miles son enviados a campos de concentración, por el delito de ser cristianos; China también los persigue como política de Estado por decena de miles.
En Oriente Medio, en la medida en que las masas musulmanas se radicalizan, parecieran empaparse de una mentalidad revanchista e intransigente en contra de los cristianos, quienes sufren persecución caracterizadas por vejaciones, hostigamientos, secuestros, violaciones, atrocidades y atentados con bombas.
En Egipto, los cristianos están emigrando hacia países occidentales, porque cada vez se enfrentan al odio de los fundamentalistas, que a raíz del derrocamiento del dictador Hosni Mubarak han salido al sol de la libertad y manifiestan abiertamente su odio hacia los cristianos, quemando iglesias y aterrorizando a esta minoría religiosa.
Irak, en medio del caos político y social a raíz del derrocamiento de Saddam Hussein y la invasión norteamericana que, a pesar de los esfuerzos por establecer el orden en esta sociedad, aún existen grupos islámicos radicales armados que operan impunemente en todo el territorio iraquí. Estos grupos entienden que los cristianos son politeístas por creer en la Trinidad, por tanto deben ser erradicados de suelo musulmán.
Traigo a colación, con la intención de honrar su memoria, el caso documentado de un joven cristiano iraquí de 14 años, de nombre Ajad, quien tuvo que enfrentarse a lo que los cristianos en el mundo entero algún día tendrán que hacer: apostatar de su fe en Jesús o perder la vida. Ajad fue confrontado por milicianos fundamentalistas para que abandonara el cristianismo y volviera al Islam; al negarse, lo mataron, colgaron de una cruz y posteriormente quemaron su cuerpo.
Las persecuciones no solo son en contra de los feligreses, también la jerarquía eclesiástica sufre lo mismo.
En este país, más de cincuenta iglesias han sido destruidas. Los cristianos por ser prósperos, formar parte de la élite del país y contar con substanciales bienes, son objeto de frecuentes secuestros con el fin de cobrar rescate.
Pareciera que estas persecuciones responden a un plan oscuro de erradicar a los cristianos de tierras musulmanes.
Ahora bien, no es de extrañar que esto esté pasando, principalmente en los países musulmanes, porque es necesario que esto ocurra antes de la II Venida del Señor Jesucristo. Como Él mismo profetizó y está registrado en el Libro de Marcos, capítulo 13:
“1. Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.
2. Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada.
3. Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte:
4. Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse?
5. Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe;
6. porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos.
7. Más cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin.
8. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
9. Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos.
10. Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.
11. Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
12. Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.
13. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
14. Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes.
15. El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa;
16. y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.
17. Más ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
18. Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno;
19. porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá.
20. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días.
21. Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis.
22. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.
23. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.
24. Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,
25. y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.
26. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
27. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
28. De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
29. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
30. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”
A todos los cristianos en Oriente Medio, hoy les animo a que sigan las enseñanzas de Jesús al respecto:
1- velen y vigilen sus vidas en cuanto a la fe, nutridos en La Palabra de Dios;
2- llenos del Espíritu Santo, descansen en Su Guía al momento de ser confrontados;
3- Perseveren hasta el fin, incluso a costa de sus propias vidas
4- No se dejen engañar por falsos profetas, que se levantarán aún con señales engañosas
5- Estén atentos a las profecías de Jesús, porque nos fueron dadas para consuelo, enseñanza y para estar tranquilos y seguros de Él
6- En la medida en que arrecie la persecución, más cerca está Su Retorno y su recompensa con Él.
Al resto de los cristianos en el mundo; es hora de elevar oraciones al Dios Eterno, para que los hermanos en estos países sean fortalecidos y consolados en el Espíritu; fortaleciéndonos nosotros también, porque nos llegará pronto el momento de dar testimonio de Jesucristo frente a los musulmanes fundamentalistas que nos perseguirán llegado su momento. Los fundamentalistas islámicos se apoderarán de los países musulmanes hoy revueltos socialmente primeramente, después del resto de los demás países musulmanes en Asia Central e Indo Asia y de los países africanos. Posteriormente anexarán otros países con minorías musulmanas. Formando una gran confederación de naciones islámicas, que someterán al resto del mundo, imponiendo su fe a los pueblos.
El Apocalipsis los identifica como la Bestia que surge del mar y se le es dado poder para actuar por siete años, y hará guerra contra los cristianos y los vencerá.
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