jueves, 23 de agosto de 2012

ERROR DE CALCULO ¿DE IRÁN O DE ISRAEL?


El intercambio de palabras y amenazas entre Israel e Irán, mostrándose la musculatura militar, lleva ya varias semanas.

Son 2 potencias militares regionales del Medio Oriente, una zona altamente volátil y explosiva, de donde se abastecen la mayoría de los países occidentales del apreciado petróleo, combustible para el motor de nuestras economías; que están al borde de un enfrentamiento militar de grandes proporciones.

El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) Benny Gantz, señala que Irán puede cometer un error de calculo y menospreciar el poderío de las FDI. Las palabras del general parecieran indicar una excesiva y vital confianza de Israel en sus FDI.

El jefe del Estado Mayor de Israel, Benny Gantz, ha afirmado: "todo aquél que piense que puede eliminar a Israel o intentar dañar al Estado descubrirá la fuerza mortal del Ejército israelí",

"En los últimos días hemos escuchado amenazas directas contra la seguridad de Israel y la seguridad de sus ciudadanos. Estas amenazas muestran un error de cálculo sobre nuestras fuerzas y capacidades"

¿No estará Israel desplazando su confianza como nación, de Jehová a las FDI?

¿No será esto un error de cálculo de Israel?

Examinemos las Escrituras y veamos algo interesante.

  En Isaías 28 leemos:

“¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!

He aquí, Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra.

Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.

Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.

En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo; y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.

Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.

Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.

¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos?

Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír.

La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.

Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová.

Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.

Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados.

Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente espanto el entender lo oído.  

La cama será corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse.

Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.

Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.

Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.

El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra?

Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado?

Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara.

El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.

También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.”

¿Por qué Dios se refiere a Efraín como se refiriere a Israel? ¿No era Efraín solo una media tribu entre las doce de Israel?

Para comprender esta palabra hay que remontarse a las bendiciones que profirieron Jacob y Moisés sobre Efraín

LA BENCICIÓN DE JACOB SOBRE EFRAÍN:

“El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,

el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.

 ….Y dijo Israel a José: He aquí yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.

Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.”

Entiendo que Efraín fue designado por Dios, a causa de la bendición de Jacob sobre su cabeza, para perpetuar el nombre de Israel sobre la tierra. De la descendencia de Efraín saldría la columna vertebral de la nación moderna de Israel, cumpliéndose en su descendencia lo dicho por Jacob: “He aquí yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.”  Esta bendición del retorno se la reservó a Efraín.

Algunos quieren encerrar el cumplimiento de esta Palabra, para cuando entraron a la tierra prometida por mano de Josué; y, eso está bien, en parte. La totalidad de esta promesa se empezó a cumplir cuando después de la II Gran Guerra los judíos regresan a la tierra de sus padres en el lugar que ahora ocupan.

Cuando Efraín nació, su padre José le dio ese nombre diciendo: “Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.” Recordar que José vivía en Egipto, donde pasó muchos años primero como esclavo y después preso, antes de que Dios lo levantara como el II de Egipto, después de Faraón, haciéndole fructificar en gran manera.

 Significa esto que cuando el pueblo de Israel, la descendencia de Jacob, estuvo en medio de la tierra de aflicción, el Egipto moderno, la tierra de su última esclavitud, la Europa del siglo pasado, en dónde exterminaron alrededor de 6 millones de judíos y por poco logran exterminar a toda la nación, a no ser porque Dios aún no ha terminado de bendecirles como se lo prometió a sus Padres, ahí desde la tierra de su aflicción, Dios hizo volver a su pueblo a la tierra de sus antepasados y los ha hecho fructificar, aunque la aflicción no ha terminado.

Todo aquel que honra al Señor nuestro Dios con sus vidas, debe tener presente siempre, que en medio de toda aflicción que venga a su vida; Dios lo hará fructificar…Es en medio de la aflicción que su obra se perfecciona.

Por eso Dios llama al Israel moderno Efraín en esta Palabra del profeta Isaías.

A José y a sus hijos, Efraín y Manasés les fueron proclamadas estas bendiciones por parte de Jacob; pero la mano derecha, la mano de la proclama eterna delante de Dios, estaba sobre Efraín y no sobre Manasés el primogénito.

Cuando Moisés bendice a los hijos de Israel, bendice a Efraín con estas palabras: “Como el primogénito de su toro es su gloria, Y sus astas como astas de búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez millares de Efraín,”

Efraín siempre ha sido figura de la fuerza guerrera israelí, de su poder con las armas, el poder militar.

En este pasaje de Isaías, entiendo que el Señor amonesta a Israel, por confiar en su fuerza militar frente a la amenaza de guerra que se le vendrá encima. Israel no quiso entrar en el reposo de Dios, que El le envió en su momento.

Señala el Señor, que El le mandó Su reposo a Israel: “He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.”

 

Al rechazar a la piedra preciosa, no conocerá el reposo y por ello se levantará el turbión del azote contra Israel en los tiempos postreros.

El turbión del azote es tipo de invasión por fuerzas enemigas. Israel estará a merced de sus líderes, embriagados del vino que embrutece los sentidos espirituales.

Pensarán que por ser el pueblo escogido, la muerte no podrá contra  la nación. Confiarán en su fuerza militar, en su carácter como Efraín. Pero serán confundidos, porque la devastación del pueblo será grande.

Pero habrá un reposo para el remanente que Dios separó para sí, cuando este remanente reconozca en su aflicción la piedra angular, preciosa, el cimiento estable.

Un error de cálculo de Israel, puede desatar la fuerza del turbión sobre su nación, y de esta manera se cumplirá todo lo que hace falta para la manifestación de Dios sobre el mundo e Israel.

En medio de la aflicción que se abatirá sobre Israel en los postreros días, es cuando fructificarán como Dios quiere que fructifiquen. Llegarán a ser cabeza de naciones y su tierra tendrá abundancia de paz y seguridad, porque “en aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo”.

Ese “aquel día”, Israel cambiará la corona de la soberbia de Efraín por la corona de gloria de Jehová.

En medio de este trato de Dios con su pueblo Israel; estamos nosotros la iglesia del Señor, los cristianos, pero el Señor tiene un trato diferente con nosotros como lo aseguran los versos 23 al 29.