sábado, 21 de julio de 2012

EL ANTISEMITISMO DE LA BIBLIA


Un comentario del artículo: Las Cartas de Cristo, me inspira a desarrollar estas líneas, enmarcadas en el contexto del rechazo del diputado Michael Ben-Ari al Evangelio, calificándolo de Abominación y responsable del antisemitismo cristiano.

He aquí el comentario de Gabriel Manzaneda: “Lo de que el autor leía "Mi lucha", de Hitler, cuando era joven debería haberlo reconocido hace tiempo. Ahora entiendo todos sus apocalípticos artículos anteriores”

Una breve lectura de la intencionalidad de este puñado de palabras me hace entender  que por escribir sobre las profecías de los tiempos del fin, que señalan el sufrimiento a que serán sometidos los judíos en el mundo y en Israel, es una señal de antisemitismo, lo cual me descalifica como persona equilibrada por ser enemiga del pueblo de Israel.

Buscando una definición imparcial del significado de antisemitismo, encontré en Wikipedia las siguientes definiciones:

 “El antisemitismo es un término que hace referencia al prejuicio o la hostilidad abierta hacia los judíos como grupo generalizado. Suele manifestarse en una combinación de prejuicios de tipo religiosos, raciales, culturales y étnicos.”

“Antisemitismo religioso: el cristianismo, que comenzó como movimiento dentro del judaísmo, demonizó al judío a través de toda clase de libelos y fomentó durante siglos el odio antijudío por toda Europa. Además de la hostilidad religiosa, se produjeron las conversiones a la fuerza, que dieron lugar al fenómeno del marranismo. Las persecuciones normalmente tuvieron carácter local.”

Le haría una corrección al párrafo anterior para que dijera: el cristianismo…movimiento dentro del judaísmo, se fue degenerando a partir del siglo IV hasta llegar a formar una nueva religión muy diferente al cristianismo original, el Catolicismo Apostólico Romano, que demonizó…”

He leído cualquier cantidad de artículos, noticias y comentarios sobre el auge del antisemitismo en el mundo y análisis de la génesis de este fenómeno. He encontrado tal cantidad de buenos análisis, como también de locuras escritas sobre el tema. Yo pido me toleren un poco de locura al abordar este delicado tema, desde el punto de vista religioso, porque me tomaré mucha libertad en darle sentido a algunos escritos que compartiré en este artículo.

Entrando en el tema: el diputado Michael Ben-Ari tilda al Evangelio de libro antisemita, promotor y responsable de las mayores persecuciones a los judíos en la Historia. Imagino que el diputado se referirá a los pasajes que describen el juicio y muerte de Jesús en la cruz, en los cuales se registran los acontecimientos en los cuales estuvieron involucrados los dirigentes religiosos judíos de aquella época.

De seguir la lógica de este pensamiento y el de muchos judíos, en el sentido de que si hay un registro histórico en la cual aparecen hechos donde haya participación del pueblo judío, que pudieran interpretarse en contra de los judíos, entonces estamos frente a un caso de antisemitismo. De aceptar esta locura; entonces debo declarar que la Tora y los libros de los Profetas, son escritos antisemitas y los mayores inspiradores del antisemitismo.

Examinemos solo algunos pasajes de la Tora, la cual está llena de escritos semejantes:

TORA. LEVITICO 26

“Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.

Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.

Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.

Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.

Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.

Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.

Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados.

Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.

Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición, yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados.

Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto; y si buscareis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.

Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.

Si aun con esto no me oyereis, sino que procediereis conmigo en oposición, yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.

Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.

Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará.

Haré desiertas vuestras ciudades, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.

Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren;

y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades.

Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.

Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella.

Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.

Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.

Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.

Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.

Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición, yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.

Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra.

Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos.

Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su Dios.

Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová.”

Si yo ofuscado por el extremismo, leo locamente pasajes como el anterior; debo declarar que la Torá es antisemita; es más, debo extender un poco más mi locura y declarar que el mismo Jehová, el Dios de Israel es Antisemita, porque es el que declara que destruirá al pueblo.

¿Es por eso la Tora o Dios antisemita?

Una mala lectura de los textos sagrados nos hace cometer extremismos lamentables, como es el caso del profeta Mahoma, sus seguidores y la iglesia Católica Apostólica Romana en la edad media.

Mahoma se inspiró en la Tora y en los Profetas para escribir el Corán, el libro con mayor contenido antisemita y anticristiano que he leído. En él los yihadistas terroristas se inspiran para matar sin remordimientos, es más, con gran fervor religioso, a los judíos.

Otro pasaje de entre muchos en los libros de los profetas de Israel:

PROFETA JEREMÍAS 6

“Huid, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Bet-haquerem; porque del norte se ha visto mal, y quebrantamiento grande.

Destruiré a la bella y delicada hija de Sion.

Contra ella vendrán pastores y sus rebaños; junto a ella plantarán sus tiendas alrededor; cada uno apacentará en su lugar.

Anunciad guerra contra ella; levantaos y asaltémosla a mediodía. ¡Ay de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido.

Levantaos y asaltemos de noche, y destruyamos sus palacios.

Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y levantad vallado contra Jerusalén; esta es la ciudad que ha de ser castigada; toda ella está llena de violencia.

Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así ella nunca cesa de manar su maldad; injusticia y robo se oyen en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.

Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada.

Así dijo Jehová de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid el resto de Israel; vuelve tu mano como vendimiador entre los sarmientos.

¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.

Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansado de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano.

Y sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehová.

Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.

Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.

¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová.

Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.

Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.

Por tanto, oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá.

Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.

¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan.

Por tanto, Jehová dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente; el vecino y su compañero perecerán.

Así ha dicho Jehová: He aquí que viene pueblo de la tierra del norte, y una nación grande se levantará de los confines de la tierra.

Arco y jabalina empuñarán; crueles son, y no tendrán misericordia; su estruendo brama como el mar, y montarán a caballo como hombres dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sion.

Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto.

No salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.

Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto vendrá sobre nosotros el destruidor.

Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocerás, pues, y examinarás el camino de ellos.

Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores.”

La expresión “Destruiré a la bella y delicada hija de Sion”  al inicio de este pasaje me recuerda las palabras del presidente Ahmadinejad, quien repetidamente proclama: “Destruiré a la entidad sionista”, lo único que aquellas son proclamadas por el Dios de Israel. ¿Por eso debemos etiquetar a Dios como antisemita?

Voy todavía más lejos en mi locura y declaro que los mayores antisemitas de todos los tiempos son los propios judíos. Estos pasajes y muchos más podrían enseñarnos que la dureza de corazón del pueblo de Israel a los mandamientos de Dios para ellos, la rebeldía a su Palabra a través de las edades, son las que han acarreado los mayores exterminios a su pueblo.

El Dios de los cielos los creó y llamó para que le obedecieran, pero ellos son obstinados en su desobediencia a la Palabra del Altísimo. Pero dentro de las misericordias de Dios, por la dureza de sus corazones, él le dio acogida a un pueblo que no era su pueblo, quien sí atendió a la proclama de Salvación por medio de Jesucristo.

En el Evangelio leemos:

ROMANOS 11

“Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.

No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:

Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?

Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.

Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.

Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución; Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.

Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.

Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?

Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,  por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?

Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.

Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.

Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.

Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.

Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.

Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.

Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.

Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?

¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”

 Este pasaje escrito por el apóstol Pablo, muy amado para nosotros los cristianos y tan odiado por muchos judíos, nos enseña a amar y orar por los judíos e Israel; ser agradecidos con Dios porque en su Plan de Salvación, escogió el tiempo en que su pueblo Israel estaría bajo Su disciplina, para que nosotros tuviésemos entrada en su Gracia; pero cunando llegue el tiempo de la Visitación a su pueblo, entonces todo Israel será salvo.

No encuentro antisemitismo en estas enseñanzas; todo lo contrario, encuentro la exhortación a no menospreciar a este pueblo que nos ha traído tantas bendiciones, aún en sus momentos más oscuros.
En lo personal, espero pacientemente, con dolor y tristeza en mi corazón, por el día de la Visitación de Dios al pueblo de Israel. Dolor y tristeza, porque entiendo en las Escrituras, que esto ocurrirá en tiempos de gran sufrimiento para este noble pueblo, en el cual todas las naciones se unirán para destruirlo. exterminarán a muchos, pero el remanente sera salvo por amor a Su Nombre, cuando angustiados se vuelvan a su Dios en busca de Salvación

viernes, 20 de julio de 2012

DESCUBRIENDO LA BIBLIA


En los últimos 2 días he leído 2 noticias referentes a la Palabra de Dios que me inspiran a escribir estas notas.

En los tiempos del rey Josías, rey de Israel, el sumo sacerdote Hilcías encontró los rollos de la Torá que habían estado perdido perdidos por muchos años,  por lo cual el pueblo desconocía la Palabra del Altísimo y se había apartado del buen camino. Josías al escuchar las palabras del Libro rasgó sus vestiduras, lloró ante la presencia de Dios en clamor y convocó a los líderes religiosos para que consultaran al Señor.

2 Reyes 22:

“A los dieciocho años del rey Josías, envió el rey a Safán hijo de Azalía, hijo de Mesulam, escriba, a la casa de Jehová, diciendo:

Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta,

y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová, y que lo entreguen a los que hacen la obra de la casa de Jehová, para reparar las grietas de la casa; a los carpinteros, maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería para reparar la casa; y que no se les tome cuenta del dinero cuyo manejo se les confiare, porque ellos proceden con honradez.”

<Notemos que el rey, tenía interés en lo que se estaba realizando en el Templo: reparaciones. Nunca pensó que su vida sería transformada como sucedió, pero el relato sí nos da luces de que este joven rey, en verdad un adolescente, tenía su corazón puesto en las cosas de Dios, a pesar de que la Casa del Señor estaba llena de abominaciones y basura, como imágenes de falsos dioses. El culto al Altísimo estaba contaminado con otras prácticas de idolatría, pero aun así este joven tenía el corazón inclinado hacia Elohim.

Este rey Josías de 18 años, es un modelo para la juventud de hoy, quien tiene su corazón en asuntos que no aprovechan en verdad. Para la mayoría de los jóvenes de hoy, las cosas de Dios son sin sentido y asunto de viejos; no así para Josías, quien con la investidura y riqueza que poseía, podía darse todos los placeres de la vida; pero su corazón estaba en la Casa de su Dios, un Dios que apenas conocía porque no había escuchado de su Palabra, solo de la tradición.>  

“Entonces dijo el sumo sacerdote Hilcías al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán, y lo leyó.

Viniendo luego el escriba Safán al rey, dio cuenta al rey y dijo: Tus siervos han recogido el dinero que se halló en el templo, y lo han entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová.

Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey.”

<Interesantísimo señalar aquí la actitud del sumo sacerdote Hilcías: él había encontrado el Libro, lo leyó, supo que era el libro de la Ley o Torá,  pero lo había vuelto a guardar. El no acudió corriendo ante el rey para darle la buena noticia, tampoco convocó a los sacerdotes, escribas y levitas para darles la noticia, tampoco pareciera que lo entendió porque no mostró ninguna señal de arrepentimiento.

El Sumo sacerdote dice “he hallado el libro de la Ley”, lo cual me hace entender que lo había leído y no hizo nada al respecto. Pareciera que la contaminación en la casa de Dios era tan grande, que entre tantas estatuas e imágenes de dioses extraños y las libaciones que tenían que ofrecérseles, el sumo sacerdote había perdido el rumbo y con su corazón dividido entre tantos dioses, el espacio para el Dios de Israel se había vuelto muy pequeño.

Esta situación del Sumo Sacerdote debe enseñarnos que no es el cargo ni la investidura lo que hacen al hombre de Dios; es su corazón. Él estaba ocupado en otros asuntos de menor importancia y no en lo que debía estar: en guiar al pueblo en el conocimiento de su Dios.

Si al rey no se le hubiese ocurrido enviar al escriba a la Casa del Señor con otro encargo, lo más seguro es que el Libro hubiera ido a parar al baúl de las cosas muy sagradas y hubiese recibido trato de reliquia y solo pudieran verlo de lejos algunos privilegiados.>



Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos.

Luego el rey dio orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey, diciendo:

Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito.”

<Contrasta la actitud del rey con la de Hilcías el Sumo Sacerdote. Josías escuchó la Palabra de Dios y su corazón se conmovió y se humilló ante el Dios de Israel. Cuando una persona que busca honrar a Dios, aún sin conocerlo, y es expuesto a la Palabra del Altísimo, ocurre algo maravilloso. Esa persona no volverá a ser la misma de antes. Su corazón será elevado a las alturas, para concebir grandes cosas que glorifiquen al Altísimo.

Hasta ese momento, Josías estaba ocupado en cosas rutinarias: de clavos, piedras, madera, argamasa y cosas como éstas. El participaba en la reparación de la Casa de JHVH, que si bien tenía importancia; había algo más importante aún: la Presencia del señor en los asuntos de la nación.

No es del interés de este artículo, entrar en la condición espiritual en la que se encontraba el Templo, en el cual pareciera que no estaba el contentamiento del Dios Eterno, a pesar de que se ofrecían los sacrificios en su Honor. Los sacerdotes ofrecían los sacrificios y cumplían con los rituales establecidos, aprendidos de generación en generación; pero éstos no agradaban al Señor. No entendían que el Señor se complace más en que le obedezcan a que se le ofrezcan sacrificios con un corazón lejos de El.

Josías sí entendió que la ira justa del Señor reposaba sobre la nación. Israel había sido llamado a ser el depositario de la Gloria del Eterno, siempre y cuando se apegaran a Su Palabra, de lo contrario acarreaban sobre sus cabezas la ira del Señor.



Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.

Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió a mí:

Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá; por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos, provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagará.

Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová, diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.

Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta”

 <Josías recibió respuesta de Dios a su clamor: se le reveló, por medio de la profetisa, los planes del Señor para con él y con la nación. A un corazón humillado ante la Presencia del Altísimo después de haber escuchado Su Palabra; el Señor le escucha, le da respuesta y lo capacita para emprender grandes cambios en su área de responsabilidad.

En aquellos tiempos era usual que vivieran profetas en Israel. Hasta había escuelas de profetas. Siempre había provisión de Dios para su pueblo de una palabra de guía y dirección. Infelizmente en los tiempos modernos, no hay profetas en Israel ni lo hubo entre el pueblo por casi 2000 años. ¿Por qué este silencio del Altísimo?>

En el cap.23:

Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.

Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.

Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.”

<El joven rey de Israel toma la feliz iniciativa, porque en ninguna parte del mensaje que le trajo la profetisa se encuentra orientación por parte de JHVH, para hacer lo que hizo, hace una gran convocación y hace leer la Torá completa delante del pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande.

Sin la tecnología moderna, ¿Cómo hizo para que todos escucharan? No lo sé, pero sí se preocupó de que todos escucharan la lectura del Libro. ¿Poe qué hoy en día no se lee completa la Torá delante del pueblo? Josías los obligó a escuchar la Palabra de Dios de la cual se habían apartado. El quería que todos entendieran que las desgracias que vendrían sobre el pueblo eran responsabilidad del mismo pueblo porque hicieron pacto con Dios y se habían olvidado de él. Y esto tendría consecuencias.

Josías había entendido a plenitud lo que encerraba el mensaje del Libro y estaba convencido de que el resto del pueblo también entendería. El quiso compartir su hallazgo, seguro de que también llegaría al corazón del pueblo. Josías podría haber pensado de que de la misma forma como Dios lo habías escuchado a él y prometido paz y seguridad en todos los días de su vida; de igual forma si el pueblo escuchaba la Palabra del Dios Altísimo y se humillare como lo había hecho él, el Señor apartaría de la nación los juicios que había proferido.

El resto del pasaje no registra que el pueblo, después de haber escuchado la Palabra de la Ley, se hubiese arrepentido y humillado delante de su Dios y 50 años aproximadamente después, Judá es invadida, Jerusalén destruida y el Templo saqueado y destruido.

Josías hace pacto con JHVH y el pueblo también. Un pacto de obediencia después de haber escuchado la Torá completa. Hago énfasis en la Torá completa, porque no entiendo el por qué se les da solo cortísimos extractos de la Ley al pueblo. Desconozco las restricciones de los líderes religiosos judíos, que han determinado que los sábados solo se lean brevísimos trozos de la Torá.

¿Bajo qué fundamentos se mantiene al pueblo judío en un ayuno tan prolongado del pan celestial? ¿Por qué poner en contacto al pueblo judío con fragmentos de la Palabra de su Dios solo los sábados? ¿Cómo esperan que el pueblo judío se acerque más a su Dios si no le exponen la plenitud de la Palabra de Dios? ¿Consideran tan sagrada la Torá que la mantienen alejada y oculta a los oídos y ojos del común de los del pueblo? ¿Es la Torá para ser mantenida lejos del alcance del pueblo judío?>

“Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de Jerusalén en el campo del Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.

Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.

Hizo también sacar la imagen de Asera fuera de la casa de Jehová, fuera de Jerusalén, al valle del Cedrón, y la quemó en el valle del Cedrón, y la convirtió en polvo, y echó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo.

Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera

Entonces mandó el rey a todo el pueblo, diciendo: Haced la pascua a Jehová vuestro Dios, conforme a lo que está escrito en el libro de este pacto.

No había sido hecha tal pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

A los dieciocho años del rey Josías fue hecha aquella pascua a Jehová en Jerusalén.

Asimismo barrió Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová.

No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual.”

<Josías emprendió una gran reforma religiosa en Israel, que se inició con la exposición de la Palabra de Dios, primero ante él, después ante todo el pueblo. Esta reforma produjo paz y seguridad a la nación, por lo menos por 50 años, lo cual debe llamar a la reflexión: la búsqueda de paz y seguridad hoy, por parte de Israel, en tratados internacionales; ¿es mejor que buscar la paz y seguridad que les puede ofrecer el Dios de Israel, si lo buscaren de todo corazón?

¿El Dios de Israel le responderá hoy a su pueblo si éste se humillare y lo buscare de todo su corazón?

 La primera noticia que leí fue la acción del diputado de Knesset, que rompió un ejemplar del Evangelio, llamándolo Abominación y digno de la basura de la Historia. La segunda lectura fue el artículo “la Lectura semanal de la Biblia”, sin autor registrado que salió hoy en el segmento Mundo Judío.

Ambas lecturas me llevan a meditar sobre lo que consideramos muy sagrado.

Para los judíos modernos la Torá es tan sagrada que debe ser manipulada con cuidado y con todo un ceremonial. Solo porciones pequeñas de su contenido deben ser leídas en las sinagogas y solo en las sinagogas.

Para los cristianos, la Biblia es sagrada pero está al alcance de cualquier persona y puede leerla en cualquier lugar.

Jamás profanaría la Torá porque la considero la Palabra de Dios; así como tampoco profanaría un ejemplar del Evangelio por la misma razón.

Pero no deben ser consideradas tan sagradas que se mantengan lejos de la lectura y comprensión de aquellos para la cual fue enviada; de lo contrario la gente le dará la espalda al Dios Altísimo y se apartará de El, trayendo serias consecuencias sobre sus vidas.



jueves, 19 de julio de 2012

LAS CARTAS DE CRISTO


Hace poco en la Knesset, un miembro del partido Halhud HaLeumim, el diputado Michael Ben-Ari, expresó su radicalismo religioso, desgarrando un ejemplar del Evangelio que le fue regalado, y pronunciando estas palabras: “Este libro abominable promovió el asesinato de millones de judíos durante la Inquisición y los autos de fe… no hay duda de que este libro…pertenece a la basura de la Historia.”

Actos como el descrito, son dignos de un análisis profundo para entender el actuar de hombres cautivos del extremismo religioso o cualquier otra forma de extremismo. No dudo de que lo sucedido en el parlamento israelí cuenta con la aprobación bulliciosa o silenciosa de muchos en Israel y en el mundo judío. El hecho retrata parte de la cultura o el sentimiento judío, quienes se han sentido hace cientos de años, perseguidos y atropellados por quienes se decían y dicen seguidores de Cristo.

El mundo vive hoy las consecuencias del extremismo religioso de grupos cada vez más nutridos, de islámicos ultra derechistas, que asesinan sin ningún tipo de miramiento, a criaturas inocentes que son el objeto de sus odios, como es el asesinato de 7 u 8 jóvenes judíos que vacacionaban en Bulgaria; o, de inocentes feligreses que asistían a sus iglesias en Nigeria o Mali. Este extremismo es una muestra fehaciente de lo que significa ser esclavo de la rigidez religiosa, que en nombre de un ser supremo,  asesina con fervor entusiasta a sus semejantes.

Así como hoy el extremismo islámico se extiende por el mundo; en la antigüedad el extremismo religioso de la iglesia Católica Apostólica Romana, cobró incontables víctimas inocentes que sucumbieron en nombre de un Cristo desconocido y desfigurado por la ignorancia y el fanatismo eclesiástico de la época.

En la época de la Inquisición era pecado leer la biblia y el solo hecho de tenerla era causa de muerte. Justamente por haberse mantenido alejada la biblia de la sociedad, ésta cometió infinidad de atrocidades en nombre de Cristo. Aún entre los mismos sacerdotes, muy pocos leían la biblia y, qué decir de comprenderla.

Jesús mismo, quien fue el objeto del extremismo religioso de los líderes judíos de su época, los perdonó en la cruz y oró por ellos pidiéndole a Dios Padre los perdonara y no les tomase en cuenta ese pecado de ignorancia. Enseñándonos a sus seguidores, a mantener el mismo espíritu de tolerancia y comprensión hacia aquellos que actúan bajo la ceguera espiritual, aunque sean líderes religiosos y guías de gente en los terrenos del espíritu.

En la psiquis del pueblo judío, pareciera estar arraigado el pensamiento de que las atrocidades a la que fueron sometidos a través de los últimos 1900 años, se debieron a lo que enseña el Evangelio. Sin temor a equivocarme, considero que esta no es una lectura apropiada de la Historia, tampoco del Evangelio, si es que se toman la molestia de leerlo.

Si bien la mayoría de los países en la que vivieron y aún viven durante la última diáspora, se les denomina cristianos, por ser de mayoría de confesión de esta religión, habría que preguntarse si en realidad ¿eran naciones cristianas?, ¿dominadas por las enseñanzas del Evangelio o las enseñanzas de la Iglesia Católica Apostólica Romana?. O en el caso de Alemania y Norteamérica, ¿eran naciones cristianas?, ¿dominadas por las enseñanzas de la iglesia Protestante, o por el Evangelio?

He leído y escudriñado una infinidad de veces el Evangelio y no he encontrado ninguna sola línea que me enseñe a odiar, perseguir, matar o destruir a los judíos. Lo que sí he encontrado es el relato <de hechos históricos> del rechazo de los dirigentes religiosos del pueblo judío de la época, a las enseñanzas de Jesús y a su persona, por causa de un comportamiento fuera de toda ortodoxia, como la de sanar enfermos en sábados, comer con recaudadores de impuestos, aceptar las muestras de reconocimiento y gratitud de una mujer pecadora, cuando le lavó los pies con sus lágrimas y los ungió con alabastro, y por llamarse Hijo del Hombre,  hacerse igual a Dios al declarar que El y el Padre Uno son y aceptar ser el Mesías esperado por los judíos.

También está el registro histórico del juicio amañado de Jesús en el cual se le condena a muerte a mano de las autoridades romanos, instigadas por las autoridades religiosas judías, quienes querían deshacerse de este hombre tan incómodo. En ninguna parte encontré en las páginas del Evangelio ninguna condena a las autoridades judías por la muerte de Jesús; pero, lo que sí encontré fueron muchas referencias a que “así tenía que suceder para que se cumplieran lo que está escrito de Jesucristo en las Escrituras Judías”.

 Creo que la ignorancia de este diputado, en cuanto al mensaje del Evangelio, lo lleva a cometer actos sin sentido y provocadores de rechazo, porque el Evangelio es transformador de vidas, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.

Puedo dar testimonio de que en mis años mozos, estaba empapado de un sentimiento antisemita, pero no por ninguna enseñanza de alguna iglesia, fuese católica o protestante, sino por la clase de lectura a que le dedicaba mi tiempo, entre ellos Mi Lucha de Adolf Hitler. Cuando vine a los pies de Cristo, reconociéndole como mi Salvador y redentor, quien murió en la cruz en mi lugar y llevó sobre sí mis pecados, recibiendo la ira de Dios que debía recaer sobre mí a causa de vivir ofendiendo a Dios con mis actos, tuve una gran hambre por conocer la Palabra de Dios y empecé a leer las Escrituras Sagradas de los judíos y el Evangelio, en ese orden, y mi corazón empezó a ser transformado, y el menosprecio que abrigaba por los judíos fue cambiando por un gran amor, agradecimiento y admiración por el pueblo escogido.

Tanto en la Torá, en los profetas y en el Evangelio, aprendí que ese es el pueblo amado de Dios y que aún Elohim los visitará y hará cumplir todas y cada una de sus promesas que les dio a los Patriarcas. También aprendí que Jesucristo destruyó la barrera de separación que había entre judíos y gentiles, dándonos entrada a Dios por su sangre y de ambos hacer un solo pueblo que honre a Dios.

 Pero, ¿Cuantos que se autodenominan cristianos hoy, leen y entienden el Evangelio o la biblia y buscan que sus vidas reflejen lo que aprenden del Libro? ¿Podrán muchos de  los que se llaman cristianos, enseñar a Cristo en sus vidas, para que quienes lo rodean puedan leer el Evangelio de Cristo en ellos, y, de esta forma cumplir con lo que está escrito: "Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón."? ¿Si esto se esperaba de los primeros cristianos; se espera lo mismo de los cristianos hoy?

Estoy convencido que este diputado ha leído  cartas de pseudo-cristianos, que firmaron falsamente en nombre de Cristo, y por ello condena el Evangelio a causa de los impostores y falsificadores de cartas y lo lleva a pronunciar palabras terribles en contra de la Palabra de Dios, tal y como lo hicieron en su momento, los religiosos ultra-ortodoxos en los tiempos de Jesús.

En el capítulo 5 del profeta Isaías se lee: “Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque DESECHARON LA LEY de Jehová de los ejércitos, y ABOMINARON LA PALABRA DEL SANTO DE ISRAEL.



Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

En esta porción de las Sagradas Escrituras Judías, se nos enseña la razón por la cual el pueblo judío atrajo el furor de Elohim: 1-Desecharon la Ley de Jehová, que tiene que ver con todo lo que Moisés les enseñó; y, 2- Abominaron la Palabra del Santo de Israel, refiriéndose a Jesucristo como el Santo de Israel, el Escogido, el Separado, el Puro de Israel.

Hace poco más de 1970 años los religiosos ultra conservadores del pueblo de Israel abominaron las enseñanzas de Jesús y no las reconocieron como palabras enviadas por el Eterno, quien les mandó a escuchar y obedecer las palabras que les traería el profeta que levantaría después de Moisés.

En nuestros días, otro religioso ultra conservador repite el rechazo a la Palabra del Altísimo, calificándola de Abominación y digna del basurero de la Historia. En lo personal. Oro a Dios para que Su Misericordia lo alcance en su ceguera y dolor. Su acto fue sin sentido y de poca importancia. Fue la destrucción de un libro. Las verdaderas cartas de Cristo son los cristianos quienes han sido hechos hijos de Dios por la fe en Jesucristo y guiados por el Espíritu de Dios, viven una vida agradable a Dios, esperando el Retorno de Nuestro Señor Jesucristo desde las nubes del cielo en los próximos años. ¿Destrirá nuestras vidas y las botará al basurero?