sábado, 24 de marzo de 2012

LA SEGURIDADDE ISRAEL II ENTREGA

La matanza yihadista de cuatro hijos de Israel en Toulouse, Francia en una escuela talmúdica, en la cual perdieron la vida el rabino y maestro Jonathan Sandler, sus dos hijos Arieth y Gabriel en plena infancia y la de la niña Miriam Monsonegon nos llena de dolor y tristeza y un fuerte sentimiento de solidaridad y empatía con el pueblo judío, quien sigue pagando el precio de sufrimiento por haber sido escogido por el Altísimo Dios de la Creación, para traer a la humanidad la luz de la Verdad y del conocimiento del Único y Sabio Dios.

   Para entender las acciones de estos “guerreros santos” enfrascados desde hace décadas en una yihad en contra de judíos y cristianos, es necesario atender a las pretensiones de Alá, deidad que se le reveló a Mahoma en el desierto a semejanza como lo hizo Jehová a Moisés también en el desierto. Alá pretende la adoración y reconocimiento como Único Dios sobre la Tierra, disputándole a Jehová Su Trono. Estamos ante una confrontación espiritual o religiosa aunque no queramos aceptarlo. Alá y sus seguidores radicales, los yihadistas, están en guerra declarada en contra de judíos y cristianos por el solo hecho de creer en Jehová el Dios de Israel.

   Debemos traer a la memoria que en el año 622, año de la huida de Mahoma a Medina, y que se considera el inicio de la era de la conquista del islam, Israel no existía como nación. La condición del pueblo judío era la de desterrados en todas las naciones conocidas. En el año 1948 cuando Israel surge de las cenizas del tiempo como nación, el odio contra los judíos de los seguidores árabes de Alá crece e impregna los corazones de su gente desde temprana edad. Las muertes de estos inocentes solo hayan explicación en este contexto de contienda entre Alá y Jehová, contienda que es tan antigua como en  los días de la creación de Adán y Eva, cuando la serpiente antigua se levantó a disputarle la obediencia a Jehová.

   He reafirmado la decisión de compartir pasajes del libro Islam, el Azote de Dios porque considero importantísimo prestar atención a lo señalado en las páginas del mismo, que arrojan luz sobre el entendimiento de las profecías en las Sagradas Escrituras judías y cristianas. Podremos estar o no de acuerdo con lo aseverado en el libro, pero sí debemos permitir que los pasajes escogidos inquieten nuestras almas con la finalidad de emprender la búsqueda del entendimiento del propósito de Dios tanto para el mundo como para cada uno en particular y para Israel como nación.

Sigamos en la consideración del capítulo XII: ¡El Único Dios!.. El Dios de Israel  

 Profetas. Isaías 5:



     “Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?  Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella <Aquí un manifiesto pesar de Jehová a causa de su pueblo Israel. Dios tenía grandes expectativas con la nación, para que diera frutos escogidos. Plantó a Israel en tierra fértil, lo cuidó y protegió para que produjera frutos deliciosos, pero dio frutos amargos, extraños. Jehová dejó de protegerlo y fue hollado y pisoteado. De una viña hermosa y deseada Israel pasó a ser tierra de cardos y espinos y aún las nubes dejaron de ser generosas con la lluvia sobre la tierra.>”



   Entiendo que al escribir un libro no se puede ser tan exhaustivo en la consideración y explicación  de citas, máxime si son citas de las Sagradas Escrituras, por lo cual es comprensible que el autor haya dejado pasar por alto la consideración de algunas líneas. Me llama poderosamente la atención como Dios llama a Israel “su viña”, significando que es Él quien la ha plantado en la tierra que escogió para que diera frutos. Es Dios quien le prodiga sus atenciones y cuidados a Israel, es quien le pone vallado para protegerla de los depredadores que vienen a destruirla; pero también es quien le quita el vallado.



   Aquí un llamado amoroso a los israelitas modernos: ¿Tiene la nación de Israel el vallado divino a su alrededor? La respuesta a esta pregunta es importante en la seguridad y defensa de Israel en contra de sus enemigos actuales. Aquí se aplica lo dicho por el profeta: “Si Jehová no guarda la casa; en vano velan los que la guardan”. Si Dios no ha construido un nuevo vallado alrededor de Israel; el pueblo judío volverá a estar indefenso en contra de los que procuran su mal. Pero, si Israel se asegura de contar con el vallado que solo Dios puede levantar a su alrededor; no habrá enemigo, por más poderoso como pareciera, que pudiera lograr un rasguño al Israel de Dios. En estos tiempos en los cuales la nación de Israel se empecina en reclamar su derecho a existir y a usufructuar la tierra que Dios le prometió a los patriarcas Abraham, Isaac, Jacob y a su descendencia a perpetuidad; también deben sus líderes nacionales, empecinarse en buscar el rostro de su Dios y llamar al pueblo al ayuno y a la oración como exhorta el profeta Joel, para contar con Su protección, porque sus enemigos se multiplican y proliferan por todos lados, aún en tierras lejanas como Francia, dónde pueden derramar sangre judía con mayor facilidad.



   En el año 70 de nuestra era, Israel experimentó la condición de estar sin el vallado protector de Jehová por segunda vez, después que los asirios los desarraigaron de la tierra de Israel la primera vez. El enemigo vino como río, como inundación de impetuosas aguas y asoló la nación, dispersando a los judíos por los cuatro rincones de la Tierra. Es hora de preguntarse ¿Qué fruto amargo dio Israel para ese tiempo que provocó que Jehová se enojara con la nación y quitara su vallado protector?  



     …”Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente. No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus sandalias. Sus saetas estarán afiladas, y todos sus arcos entesados; los cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. Su rugido será como de león; rugirá a manera de leoncillo, crujirá los dientes, y arrebatará la presa; se la llevará con seguridad, y nadie se la quitará. Y bramará sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.” < ¿No será este pasaje una aseveración del por qué fue Israel desarraigado de su tierra hace casi 2000 años? ¿Abominó Israel en algún momento la Palabra del Santo de Israel? ¿Cuándo? ¿Esta desolación fue en los tiempos de los asirios o de los romanos?>”



   El mismo profeta Isaías, inspirado por el Espíritu de Dios, señala cual fue el fruto amargo del Israel de inicios de nuestra era: “desecharon la Ley de Jehová y abominaron la Palabra del Santo de Israel”. Creo necesario que aquel quien es judío y no haya entendido el por qué de tanta saña de los hombres en contra de su pueblo o etnia, debe buscar respuesta delante de su Dios, como proclama el profeta Joel:

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.  Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones. Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.”

   Debemos preguntarnos: ¿Tiene esta promesa divina actualidad y vigencia hoy o es letra muerte sin mayor aplicación hoy en día? ¿Si el pueblo de Israel, no importa si se encuentra en la tierra de sus ancestros o en algún rincón de entre los cuatro vientos de la Tierra, pusiera por obra esta palabra, obtendrá respuesta de Jehová o Jehová se habrá olvidado de su promesa?

   Definitivamente, soy un convencido de que Jehová Dios tiene un plan grandioso para Israel y todavía no ha salido a la luz la plenitud de su obra con este pueblo bendito. Por eso se explica la saña con que Alá y sus seguidores buscan destruirlo. El mismo Dios Jehová está comprometido a defender y pelear contra los enemigos de Israel su pueblo. Los yihadistas están engañados al creer que Dios ha desechado a su pueblo Israel y éste ya no cuenta con Su buena voluntad. Si Jehová es el Único Dios <no dudo que lo sea> Israel prevalecerá sobre sus enemigos; si por lo contrario, Alá es el Único Dios, Israel será destruido.

  Afortunadamente para Israel, Jehová le ha dado promesas incuestionables de que al final, será cabeza de naciones y que sus enemigos serán destruidos; desafortunadamente, también ha dicho que el pueblo tendrá que pasar por el fuego de la prueba para que sean purificados, como se purifica la plata. Él se ha comprometido que salvará a una tercera parte del pueblo, y aún así ésta será probada como por el fuego.

viernes, 23 de marzo de 2012

LA SEGURIDAD DE ISRAEL

Del libro Islam, el Azote de Dios, que analiza las profecías cristianas, judías y musulmanas sobre los tiempos del fin, antes de que Dios establezca su Autoridad sobre la Tierra, muy a pesar de los enemigos de su voluntad ya expresada hace miles de años, compartiremos pasajes interesantes que deben llevarnos a la reflexión, principalmente en estos días de sobresalto en los países árabes y otros países con presencia islámica importante. El Medio Oriente está cambiando lenta pero paulatinamente, acomodando el escenario para la definición del propósito de Dios  para con Israel y las naciones del orbe.

   El odio irracional de los árabes y los persas hacia el pueblo judío, producto principalmente de las enseñanzas de Alá a sus seguidores y devotos creyentes, irá acrecentándose cada vez más en la medida en que los islamistas radicalizados se vayan afianzando en el poder político recién entrenado.

   En el capítulo XII: ¡El Único Dios!: Yo Soy el Que Soy; El Dios de Israel se lee:  

     "Esta pequeña sección del escrito está dedicada a los judíos, a quienes amo como pueblo de Dios. Espero que la Misericordia del Altísimo les haga entender a muchos Su Palabra. Sobre Israel vendrán tiempos angustiosos, pero su Fuerza es Jehová de los Ejércitos.
Torá. Deuteronomio 4:
      “Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene. Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal- peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy…<Es una exhortación directa al pueblo de Israel, a quien Jehová le asegura su permanencia como pueblo y poseedor de la tierra prometida si oye, aprende y ejecuta sus mandatos. Seguir a Jehová es seguridad de vida para Israel. ¿Está hoy Israel siguiendo a Jehová como Su pueblo? ¿Es su Palabra, estatutos y decretos los que rigen la vida nacional de Israel? ¿Es hoy Israel un reflejo fiel de la nación esperada de Jehová?¿Podrá Israel poseer la tierra de sus ancestros, prometida por Jehová, dejando de lado Su Palabra?>"

Estas interrogantes son de mayor importancia para los israelitas. Aunque en el libro no se responden las preguntas, es evidente que en el Israel moderno, los judíos religiosos son minoría en medio de un pueblo que ha perdido su identidad como pueblo escogido por Dios para un gran propósito divino. Israel es hoy por hoy un pálido reflejo del glorioso destino que Dios le tiene reservado en el concierto de las naciones. Los enemigos declarados del pueblo judío se fortalecen cada día más como resultado de las revueltas que se desarrollan en los países alrededor.

 
     “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? <¿Es hoy la sabiduría y la inteligencia de Israel el resultado de poner por obra los estatutos y decretos de Jehová?¿Es hoy Israel un testigo fiel  al actuar como nación de acuerdo a los mandamientos de Jehová?¿Responde Jehová a todo lo que Israel como nación le pide y de esta forma es un testimonio de que Dios le es cercano?¿Ora Israel como nación a Jehová o descansa en su propia fuerza?¿Podrá Israel retener con éxito sus territorios si Jehová está ausente?>"

Israel se enfrenta hoy a la mayor amenaza a su existencia desde que proclamó a los cuatro vientos su derecho a existir como nación en el año 1948 en la tierra de sus ancestros, tierra que le fue prometida como heredad por el mismísimo Dios Eterno. Las interrogantes señaladas en el libro son cruciales para la seguridad de la nación. La vida nacional de Israel pareciera estar lejos de una verdadera comunión con el Dios de Israel, lo cual traerá serias consecuencias para los israelitas, llegado el momento cuando sus enemigos se levanten a la voz de Alá a luchar contra la nación. De cierto los islamistas se fortalecerán en Alá y enfocarán su furia contra la existencia de Israel en tierra que reclaman como islámica. Solo tenemos que hacer una lectura superficial de los acontecimientos actuales en algunas naciones árabes, como en caso de Egipto, para entender lo que se avecina.

     “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos; y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad; y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.

     …Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día. Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra…<Definitivamente Israel es el pueblo de Jehová sobre la tierra, lo llama el pueblo de su heredad. Aún a su amigo Moisés lo castigó por causa de la dureza de corazón de su pueblo; pero al pueblo no castigó en cuanto a entrar a la tierra prometida.>"

Aquí las páginas del libro señalan claramente que el pueblo judío, de acuerdo a las sagradas Escrituras judías y cristianas, que los islamistas consideran falsas por estar adulteradas, es el pueblo que Dios escogió para Sí, a quien le dió estatutos y mandamientos que deberían ser puestos por obra en toda la extensión de la tierra  que irían a poseer. Aquí se afirma la relación entre la tierra a ser poseída por los judíos y la obediencia a los mandatos de Dios.  

    
“Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos <Jehová es claro con Israel: la permanencia en la tierra de su heredad está condicionada a la obediencia a sus preceptos y hacer lo bueno delante de sus ojos. ¿Qué malo ante los ojos de Jehová hizo Israel hace aproximadamente 2000 años que fue expulsado de la tierra dada por Él?>

     “Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Más si desde allí buscares a Jehová tú Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella <Jehová es Dios misericordioso y no dejará desamparado a Israel. Cuando Israel esté angustiado y agobiado en medio de las naciones a las cuales haya sido disperso, e hiciere oración ante Jehová y Lo buscaren de toda alma y corazón; seguro lo hallarán. También señala que si en los tiempos del fin o postreros días se volvieran a Él y escucharen su voz; no será abandonado ni destruido Israel, tampoco el pacto con Abraham, Isaac y Jacob será olvidado. El pacto de Jehová con los patriarcas de Israel se mantiene vigente, lo cual demuestra que Israel es amado por causa de las promesas. Es importante preguntarse ¿Por qué habla de volverse a Él en los tiempos postreros? ¿Será porque en los tiempos del fin Israel estará apartado de Jehová su Dios? ¿Será porque en los tiempos postreros buscarán destruir a Israel pero ante el clamor del pueblo; Dios escuchará? Este pasaje es importante porque hoy en día Israel está amenazado de ser destruido por Irán, palestinos, islamistas radicales, yihadistas, todos seguidores de Alá. ¿Podrán Alá o sus seguidores destruir a Israel?>"

En Islam, el Azote de Dios, libro de análisis de profecías, se establecen las razones por las cuales se considera una locura ideológica buscar y promover la destrucción de Israel como nación. Israel no es una invención del Sionismo internacional, como lo catalogan los islamistas; es un decreto divino que tiene validez hoy como lo tuvo ayer y lo tendrá mañana. Israel existe porque así lo ha determinado el Altísimo.  

     "¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.  Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.  Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.” <Moisés hace mención de todo el despliegue de poderío que Jehová hizo a causa de Israel para demostrarle que no hay más Dios que Jehová arriba en el cielo o abajo en la tierra. La única nación privilegiada que ha escuchado la voz de Dios es Israel. La voz de Jehová la escuchó no solo Moisés sino Israel como pueblo. ¿Si Jehová afirma ser el Único Dios sobre la tierra y el cielo; entonces por qué Alá proclama ser el Único Dios?"
 

     Interesante giro le da el libro Islam, el Azote de Dios a las declaraciones de Jehová Dios hace y lo que proclama Alá en el Corán. En el libro se desarrollan y comparan las declaraciones de Jehová y las de Alá y se señalan serias contradicciones. Esto es bueno entenderlo porque no hay que olvidar que los pueblos que rodean la nación de Israel y buscan su destrucción abiertamente como Irán o zolapadamente como otras, se nutren de los dichos de Alá contemplados en el Corán. Mientras los islamistas se apoderan de naciones que anteriormente eran aliadas o amigas de Israel, como en el caso de Egipto, el islam se apodera del alma de estas naciones y la enemistad con Israel se va despertando. Pero Israel pareciera que no se está nutriendo de las palabras de Jehová Dios, sino que se nutre de la fortaleza de su brazo y el de su aliado USA. 

    Aspirar a obtener las promesas de Dios sin someterse a sus requerimientos conlleva una gran defraudación y augura un gran desastre nacional. La permanencia de Israel en la tierra que Jehová Dios le dió como heredad, depende únicamente de la obediencia del pueblo de Israel a los designios de Dios; tan pronto exista un distanciamiento entre la nación y el Dios que se les reveló en el desierto, habrá lugar para que los enemigos de Israel prosperen en sus planes de destrucción y devastación.