sábado, 24 de marzo de 2012

LA SEGURIDADDE ISRAEL II ENTREGA

La matanza yihadista de cuatro hijos de Israel en Toulouse, Francia en una escuela talmúdica, en la cual perdieron la vida el rabino y maestro Jonathan Sandler, sus dos hijos Arieth y Gabriel en plena infancia y la de la niña Miriam Monsonegon nos llena de dolor y tristeza y un fuerte sentimiento de solidaridad y empatía con el pueblo judío, quien sigue pagando el precio de sufrimiento por haber sido escogido por el Altísimo Dios de la Creación, para traer a la humanidad la luz de la Verdad y del conocimiento del Único y Sabio Dios.

   Para entender las acciones de estos “guerreros santos” enfrascados desde hace décadas en una yihad en contra de judíos y cristianos, es necesario atender a las pretensiones de Alá, deidad que se le reveló a Mahoma en el desierto a semejanza como lo hizo Jehová a Moisés también en el desierto. Alá pretende la adoración y reconocimiento como Único Dios sobre la Tierra, disputándole a Jehová Su Trono. Estamos ante una confrontación espiritual o religiosa aunque no queramos aceptarlo. Alá y sus seguidores radicales, los yihadistas, están en guerra declarada en contra de judíos y cristianos por el solo hecho de creer en Jehová el Dios de Israel.

   Debemos traer a la memoria que en el año 622, año de la huida de Mahoma a Medina, y que se considera el inicio de la era de la conquista del islam, Israel no existía como nación. La condición del pueblo judío era la de desterrados en todas las naciones conocidas. En el año 1948 cuando Israel surge de las cenizas del tiempo como nación, el odio contra los judíos de los seguidores árabes de Alá crece e impregna los corazones de su gente desde temprana edad. Las muertes de estos inocentes solo hayan explicación en este contexto de contienda entre Alá y Jehová, contienda que es tan antigua como en  los días de la creación de Adán y Eva, cuando la serpiente antigua se levantó a disputarle la obediencia a Jehová.

   He reafirmado la decisión de compartir pasajes del libro Islam, el Azote de Dios porque considero importantísimo prestar atención a lo señalado en las páginas del mismo, que arrojan luz sobre el entendimiento de las profecías en las Sagradas Escrituras judías y cristianas. Podremos estar o no de acuerdo con lo aseverado en el libro, pero sí debemos permitir que los pasajes escogidos inquieten nuestras almas con la finalidad de emprender la búsqueda del entendimiento del propósito de Dios tanto para el mundo como para cada uno en particular y para Israel como nación.

Sigamos en la consideración del capítulo XII: ¡El Único Dios!.. El Dios de Israel  

 Profetas. Isaías 5:



     “Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?  Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella <Aquí un manifiesto pesar de Jehová a causa de su pueblo Israel. Dios tenía grandes expectativas con la nación, para que diera frutos escogidos. Plantó a Israel en tierra fértil, lo cuidó y protegió para que produjera frutos deliciosos, pero dio frutos amargos, extraños. Jehová dejó de protegerlo y fue hollado y pisoteado. De una viña hermosa y deseada Israel pasó a ser tierra de cardos y espinos y aún las nubes dejaron de ser generosas con la lluvia sobre la tierra.>”



   Entiendo que al escribir un libro no se puede ser tan exhaustivo en la consideración y explicación  de citas, máxime si son citas de las Sagradas Escrituras, por lo cual es comprensible que el autor haya dejado pasar por alto la consideración de algunas líneas. Me llama poderosamente la atención como Dios llama a Israel “su viña”, significando que es Él quien la ha plantado en la tierra que escogió para que diera frutos. Es Dios quien le prodiga sus atenciones y cuidados a Israel, es quien le pone vallado para protegerla de los depredadores que vienen a destruirla; pero también es quien le quita el vallado.



   Aquí un llamado amoroso a los israelitas modernos: ¿Tiene la nación de Israel el vallado divino a su alrededor? La respuesta a esta pregunta es importante en la seguridad y defensa de Israel en contra de sus enemigos actuales. Aquí se aplica lo dicho por el profeta: “Si Jehová no guarda la casa; en vano velan los que la guardan”. Si Dios no ha construido un nuevo vallado alrededor de Israel; el pueblo judío volverá a estar indefenso en contra de los que procuran su mal. Pero, si Israel se asegura de contar con el vallado que solo Dios puede levantar a su alrededor; no habrá enemigo, por más poderoso como pareciera, que pudiera lograr un rasguño al Israel de Dios. En estos tiempos en los cuales la nación de Israel se empecina en reclamar su derecho a existir y a usufructuar la tierra que Dios le prometió a los patriarcas Abraham, Isaac, Jacob y a su descendencia a perpetuidad; también deben sus líderes nacionales, empecinarse en buscar el rostro de su Dios y llamar al pueblo al ayuno y a la oración como exhorta el profeta Joel, para contar con Su protección, porque sus enemigos se multiplican y proliferan por todos lados, aún en tierras lejanas como Francia, dónde pueden derramar sangre judía con mayor facilidad.



   En el año 70 de nuestra era, Israel experimentó la condición de estar sin el vallado protector de Jehová por segunda vez, después que los asirios los desarraigaron de la tierra de Israel la primera vez. El enemigo vino como río, como inundación de impetuosas aguas y asoló la nación, dispersando a los judíos por los cuatro rincones de la Tierra. Es hora de preguntarse ¿Qué fruto amargo dio Israel para ese tiempo que provocó que Jehová se enojara con la nación y quitara su vallado protector?  



     …”Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente. No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus sandalias. Sus saetas estarán afiladas, y todos sus arcos entesados; los cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. Su rugido será como de león; rugirá a manera de leoncillo, crujirá los dientes, y arrebatará la presa; se la llevará con seguridad, y nadie se la quitará. Y bramará sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.” < ¿No será este pasaje una aseveración del por qué fue Israel desarraigado de su tierra hace casi 2000 años? ¿Abominó Israel en algún momento la Palabra del Santo de Israel? ¿Cuándo? ¿Esta desolación fue en los tiempos de los asirios o de los romanos?>”



   El mismo profeta Isaías, inspirado por el Espíritu de Dios, señala cual fue el fruto amargo del Israel de inicios de nuestra era: “desecharon la Ley de Jehová y abominaron la Palabra del Santo de Israel”. Creo necesario que aquel quien es judío y no haya entendido el por qué de tanta saña de los hombres en contra de su pueblo o etnia, debe buscar respuesta delante de su Dios, como proclama el profeta Joel:

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.  Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones. Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.”

   Debemos preguntarnos: ¿Tiene esta promesa divina actualidad y vigencia hoy o es letra muerte sin mayor aplicación hoy en día? ¿Si el pueblo de Israel, no importa si se encuentra en la tierra de sus ancestros o en algún rincón de entre los cuatro vientos de la Tierra, pusiera por obra esta palabra, obtendrá respuesta de Jehová o Jehová se habrá olvidado de su promesa?

   Definitivamente, soy un convencido de que Jehová Dios tiene un plan grandioso para Israel y todavía no ha salido a la luz la plenitud de su obra con este pueblo bendito. Por eso se explica la saña con que Alá y sus seguidores buscan destruirlo. El mismo Dios Jehová está comprometido a defender y pelear contra los enemigos de Israel su pueblo. Los yihadistas están engañados al creer que Dios ha desechado a su pueblo Israel y éste ya no cuenta con Su buena voluntad. Si Jehová es el Único Dios <no dudo que lo sea> Israel prevalecerá sobre sus enemigos; si por lo contrario, Alá es el Único Dios, Israel será destruido.

  Afortunadamente para Israel, Jehová le ha dado promesas incuestionables de que al final, será cabeza de naciones y que sus enemigos serán destruidos; desafortunadamente, también ha dicho que el pueblo tendrá que pasar por el fuego de la prueba para que sean purificados, como se purifica la plata. Él se ha comprometido que salvará a una tercera parte del pueblo, y aún así ésta será probada como por el fuego.

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