viernes, 23 de marzo de 2012

LA SEGURIDAD DE ISRAEL

Del libro Islam, el Azote de Dios, que analiza las profecías cristianas, judías y musulmanas sobre los tiempos del fin, antes de que Dios establezca su Autoridad sobre la Tierra, muy a pesar de los enemigos de su voluntad ya expresada hace miles de años, compartiremos pasajes interesantes que deben llevarnos a la reflexión, principalmente en estos días de sobresalto en los países árabes y otros países con presencia islámica importante. El Medio Oriente está cambiando lenta pero paulatinamente, acomodando el escenario para la definición del propósito de Dios  para con Israel y las naciones del orbe.

   El odio irracional de los árabes y los persas hacia el pueblo judío, producto principalmente de las enseñanzas de Alá a sus seguidores y devotos creyentes, irá acrecentándose cada vez más en la medida en que los islamistas radicalizados se vayan afianzando en el poder político recién entrenado.

   En el capítulo XII: ¡El Único Dios!: Yo Soy el Que Soy; El Dios de Israel se lee:  

     "Esta pequeña sección del escrito está dedicada a los judíos, a quienes amo como pueblo de Dios. Espero que la Misericordia del Altísimo les haga entender a muchos Su Palabra. Sobre Israel vendrán tiempos angustiosos, pero su Fuerza es Jehová de los Ejércitos.
Torá. Deuteronomio 4:
      “Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene. Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal- peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy…<Es una exhortación directa al pueblo de Israel, a quien Jehová le asegura su permanencia como pueblo y poseedor de la tierra prometida si oye, aprende y ejecuta sus mandatos. Seguir a Jehová es seguridad de vida para Israel. ¿Está hoy Israel siguiendo a Jehová como Su pueblo? ¿Es su Palabra, estatutos y decretos los que rigen la vida nacional de Israel? ¿Es hoy Israel un reflejo fiel de la nación esperada de Jehová?¿Podrá Israel poseer la tierra de sus ancestros, prometida por Jehová, dejando de lado Su Palabra?>"

Estas interrogantes son de mayor importancia para los israelitas. Aunque en el libro no se responden las preguntas, es evidente que en el Israel moderno, los judíos religiosos son minoría en medio de un pueblo que ha perdido su identidad como pueblo escogido por Dios para un gran propósito divino. Israel es hoy por hoy un pálido reflejo del glorioso destino que Dios le tiene reservado en el concierto de las naciones. Los enemigos declarados del pueblo judío se fortalecen cada día más como resultado de las revueltas que se desarrollan en los países alrededor.

 
     “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? <¿Es hoy la sabiduría y la inteligencia de Israel el resultado de poner por obra los estatutos y decretos de Jehová?¿Es hoy Israel un testigo fiel  al actuar como nación de acuerdo a los mandamientos de Jehová?¿Responde Jehová a todo lo que Israel como nación le pide y de esta forma es un testimonio de que Dios le es cercano?¿Ora Israel como nación a Jehová o descansa en su propia fuerza?¿Podrá Israel retener con éxito sus territorios si Jehová está ausente?>"

Israel se enfrenta hoy a la mayor amenaza a su existencia desde que proclamó a los cuatro vientos su derecho a existir como nación en el año 1948 en la tierra de sus ancestros, tierra que le fue prometida como heredad por el mismísimo Dios Eterno. Las interrogantes señaladas en el libro son cruciales para la seguridad de la nación. La vida nacional de Israel pareciera estar lejos de una verdadera comunión con el Dios de Israel, lo cual traerá serias consecuencias para los israelitas, llegado el momento cuando sus enemigos se levanten a la voz de Alá a luchar contra la nación. De cierto los islamistas se fortalecerán en Alá y enfocarán su furia contra la existencia de Israel en tierra que reclaman como islámica. Solo tenemos que hacer una lectura superficial de los acontecimientos actuales en algunas naciones árabes, como en caso de Egipto, para entender lo que se avecina.

     “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos; y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad; y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.

     …Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día. Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra…<Definitivamente Israel es el pueblo de Jehová sobre la tierra, lo llama el pueblo de su heredad. Aún a su amigo Moisés lo castigó por causa de la dureza de corazón de su pueblo; pero al pueblo no castigó en cuanto a entrar a la tierra prometida.>"

Aquí las páginas del libro señalan claramente que el pueblo judío, de acuerdo a las sagradas Escrituras judías y cristianas, que los islamistas consideran falsas por estar adulteradas, es el pueblo que Dios escogió para Sí, a quien le dió estatutos y mandamientos que deberían ser puestos por obra en toda la extensión de la tierra  que irían a poseer. Aquí se afirma la relación entre la tierra a ser poseída por los judíos y la obediencia a los mandatos de Dios.  

    
“Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos <Jehová es claro con Israel: la permanencia en la tierra de su heredad está condicionada a la obediencia a sus preceptos y hacer lo bueno delante de sus ojos. ¿Qué malo ante los ojos de Jehová hizo Israel hace aproximadamente 2000 años que fue expulsado de la tierra dada por Él?>

     “Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Más si desde allí buscares a Jehová tú Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella <Jehová es Dios misericordioso y no dejará desamparado a Israel. Cuando Israel esté angustiado y agobiado en medio de las naciones a las cuales haya sido disperso, e hiciere oración ante Jehová y Lo buscaren de toda alma y corazón; seguro lo hallarán. También señala que si en los tiempos del fin o postreros días se volvieran a Él y escucharen su voz; no será abandonado ni destruido Israel, tampoco el pacto con Abraham, Isaac y Jacob será olvidado. El pacto de Jehová con los patriarcas de Israel se mantiene vigente, lo cual demuestra que Israel es amado por causa de las promesas. Es importante preguntarse ¿Por qué habla de volverse a Él en los tiempos postreros? ¿Será porque en los tiempos del fin Israel estará apartado de Jehová su Dios? ¿Será porque en los tiempos postreros buscarán destruir a Israel pero ante el clamor del pueblo; Dios escuchará? Este pasaje es importante porque hoy en día Israel está amenazado de ser destruido por Irán, palestinos, islamistas radicales, yihadistas, todos seguidores de Alá. ¿Podrán Alá o sus seguidores destruir a Israel?>"

En Islam, el Azote de Dios, libro de análisis de profecías, se establecen las razones por las cuales se considera una locura ideológica buscar y promover la destrucción de Israel como nación. Israel no es una invención del Sionismo internacional, como lo catalogan los islamistas; es un decreto divino que tiene validez hoy como lo tuvo ayer y lo tendrá mañana. Israel existe porque así lo ha determinado el Altísimo.  

     "¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.  Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.  Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.” <Moisés hace mención de todo el despliegue de poderío que Jehová hizo a causa de Israel para demostrarle que no hay más Dios que Jehová arriba en el cielo o abajo en la tierra. La única nación privilegiada que ha escuchado la voz de Dios es Israel. La voz de Jehová la escuchó no solo Moisés sino Israel como pueblo. ¿Si Jehová afirma ser el Único Dios sobre la tierra y el cielo; entonces por qué Alá proclama ser el Único Dios?"
 

     Interesante giro le da el libro Islam, el Azote de Dios a las declaraciones de Jehová Dios hace y lo que proclama Alá en el Corán. En el libro se desarrollan y comparan las declaraciones de Jehová y las de Alá y se señalan serias contradicciones. Esto es bueno entenderlo porque no hay que olvidar que los pueblos que rodean la nación de Israel y buscan su destrucción abiertamente como Irán o zolapadamente como otras, se nutren de los dichos de Alá contemplados en el Corán. Mientras los islamistas se apoderan de naciones que anteriormente eran aliadas o amigas de Israel, como en el caso de Egipto, el islam se apodera del alma de estas naciones y la enemistad con Israel se va despertando. Pero Israel pareciera que no se está nutriendo de las palabras de Jehová Dios, sino que se nutre de la fortaleza de su brazo y el de su aliado USA. 

    Aspirar a obtener las promesas de Dios sin someterse a sus requerimientos conlleva una gran defraudación y augura un gran desastre nacional. La permanencia de Israel en la tierra que Jehová Dios le dió como heredad, depende únicamente de la obediencia del pueblo de Israel a los designios de Dios; tan pronto exista un distanciamiento entre la nación y el Dios que se les reveló en el desierto, habrá lugar para que los enemigos de Israel prosperen en sus planes de destrucción y devastación.   

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