lunes, 22 de octubre de 2012

COMO OVEJA SIN PASTOR


 COMO OVEJA SIN PASTOR

 

Por: Dr. Emmanuel García Moreno

 

“Jehová es mi pastor; nada me faltará.


En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.


Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”

 

Ayer fue un día precioso. Una de las iglesias a la cual asisto estaba celebrando una bendición recibida. Asisto a dos iglesias los domingos, una la pastorea Dalys de Alvares, esposa del apóstol Edwin Alvarez, a quien el Señor usa poderosamente con la exposición de su Palabra que alumbra. La otra iglesia es Casa de Pan, que pastorea María A, Valarini.

 

A través de los años, esta iglesia ha ido creciendo incesantemente y hoy es una congregación hermosa, en la cual se manifiesta la Presencia del Señor, desde tu entrada hasta tu salida. Hoy es una iglesia pujante y el antiguo local se le quedó pequeño.

 

La necesidad de mudarse era evidente. Pues bien;  ayer, fue día de inaugurar y dedicar el nuevo local. Es una hermosura de lugar. La congregación Hay Esperanza está de parabién. Le hago llegar a todos sus miembros, mis felicitaciones y oración al Señor, para que sigan creciendo en gracia delante de El, y su Presencia sea manifiesta a cada momento, de tal manera que toda persona que allí vaya diga: “Ciertamente esta es Casa de Dios y Puerta del Cielo”.

 

Hace alrededor de seis meses estoy congregándome en ese lugar y ha sido para mí una experiencia enriquecedora y maravillosa.

 

La pastora me pidió que diera testimonio de lo que ha sido para mí, estar en Hay Esperanza. Como el programa era muy nutrido, solo pude balbucear algunas palabras torpes. Pero caí en cuenta que algo extraordinario estaba haciendo el Señor conmigo todo ese tiempo.

 

Hace poco más de seis años, experimenté el inicio de la Restauración en mi vida, después de haberle dado la espalda al Señor durante 18 años. Caminé con El por 16 años y me dio a conocer cosas maravillosas en ese tiempo.

 

Hace un tiempo atrás, una hermana me aconsejó que diera mi testimonio, para ayudar a otros a no soltarse de las manos del Señor. En ese tiempo yo todavía estaba en mis caminos de muerte y no me entusiasmó para nada esa idea.

 

Mi tropiezo comenzó en el año 1988, año en que servía al Señor con entusiasmo y dedicación. Yo había decidido tener una vida rica y plena; y, en ese tiempo, lo buscaba en ayuno, escudriñamiento de su Palabra y oración de hasta 15 días, en que experimentaba su Presencia por la fe.

 

En determinado momento de esos días de búsqueda, experimenté mayor claridad en la comprensión de su Palabra y en la preparación de los mensajes, porque el Señor me había dado el privilegio de pastorear una congragación muy hermosa, muy parecida a Hay Esperanza.

 

En una ocasión, día de reunión, habiendo sido tocado por el Espíritu durante un momento de Adoración, guiados por el grupo de Alabanza de la iglesia, recibí una unción poderosísima del amor de Dios dentro de mi corazón, que me hizo correr al baño a derramar mi alma ante El.

 

Corrí al baño porque no sabía lo que me estaba pasando. Solo sabía que estaba a punto de estallar en llanto, con mi interior expandido por una angustia inexplicable. Parecía una experiencia de dar a luz cuando la mujer está encinta. Dentro de mí había un sentimiento y emoción indescriptible e indefinida. Lo que yo sentía eran las ganas de romper en llanto.

 

En efecto; rompí en llanto incontenido, sollozos que me hacían arquear mi cuerpo de la contracciones en la boca del estómago. Experimenté la liberación de un sentimiento de rechazo que me acompañó todos los días de mi existencia, aún desde el vientre de mi madre, hasta ese momento, sin yo saberlo o entenderlo.

 

Me sentí muy amado desde el primer momento de mi concepción. Entendía en esos momentos, que el Amor de mi Dios estuvo conmigo desde que era formado en el vientre de mi madre. Sentí el rechazo de mi madre; pero sobre ese rechazo, sentí el Amor profundo de mi Dios, que compensaba aquel sentimiento de abandono, soledad, desamor y no amado.

 

Viví los momentos de mi formación en el vientre de mi madre. Experimenté el salmo 139 cuando dice:

 

“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.




 

No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!"

 

Sentí el inmenso Amor de Dios desde el día de mi concepción. Experimenté vívidamente su Presencia y cuidado desde el primer momento de mi existencia terrenal.

 

Que yo recuerde, nunca en toda mi existencia, hasta ese momento, había yo pensado ni sentido rechazo de nadie, menos de mi madre, quien siempre me prodigó un gran y entrañable amor y a quien amé sin medida.

 

Pero ese día, fui librado de una atadura invisible que ni sabía que existía. Lloré y gemí con gran lloro y lágrimas, por espacio de media hora. Cuando salí del baño, era otro hombre.

 

Sentía una libertad gloriosa, un profundo amor por Dios, por mi madre y por todos los que me rodeaban. Perdoné a mi madre, quien para esa época era ya difunta, por ese sentimiento de rechazo que abrigué en mi corazón y le pedí perdón por haberlo guardado dentro de mí.

 

A partir de ese momento, sin buscarlo, recibí entendimiento de muchos pasajes de la Escritura que hablaban del Amor de Dios derramado en nuestros corazones y del poder del Perdón, que es liberado por ese amor y que liberta a los cautivos.

 

Inicié una serie de exposiciones de este mensaje liberador, en la congregación bajo mi responsabilidad, y empecé a ver hechos milagrosos de liberación en el amor de Dios. Había en la congregación, hermanos y hermanas, cautivos en prisiones de desamor y rechazo acumulados durante sus vidas, que fueron liberados y llevados a una libertad gloriosa.

 

Tuve una ovejita que Dios usaba grandemente para bendecirme como adorador, ya que ella ministraba en el grupo de Alabanza. Ella estaba pierniquebrada y muy herida, apenas podía avanzar en el Camino de Vida, le asaltaban frecuentemente sentimientos de soledad y rechazo.

 

Me tocó ministrarle en consejería frecuente, lo cual llevó a malos entendidos en la iglesia. Me pedían que la dejara sola, que ya había sido suficientemente atendida y que me dedicara a otras cosas más importantes.

 

En mi interior, sabía que esta ovejita todavía no podía dejarla sin atención, porque su proceso aún no había concluido. Incluso había empezado a afectarle en su ministración.

 No la abandonaría, hasta que pudiese caminar por sí misma. Me sentía como el buen pastor que cargaba sobre sus hombros a la oveja pierniquebrada.

 
Todo esto me llevó a tener problemas con mi esposa, los líderes de la iglesia y con mis autoridades congregacionales.

 

Esta situación me llevó a la decisión de tener que apartarme de mi responsabilidad como pastor por unos meses, porque la congregación se estaba afectando por mi intransigencia en rehusarme a abandonar a esta oveja, incluso me pedían que la enviara a otra iglesia, porque no era aconsejable que se quedara. Yo prefería salir yo de la iglesia y que la oveja necesitada permaneciera en su redil.

 

En ese período de lucha interior, cuestioné a Dios. Fui separado de la iglesia y se me prohibió congregarme en ella, reunirme con los hermanos en casa o llamarle. La orden fue de separación total. Había que hacer una obra de restauración total y nada debía interferir en ello. Yo estaba confundido.

 

Le inquirí del por qué había permitido que yo hubiese sido engañado como me decían los hermanos cercanos, al darme un mensaje y una ministración que yo no había pedido, pero  que me había sido dada, pero según parecía no había venido de su mano. Le pedí auxilio a mis autoridades; que me dijeran con claridad si el mensaje y ministración que había impartido en la iglesia había sido de Dios o no. Ellos guardaban silencio, solo apuntaban a los resultados: había división en la iglesia y en mi matrimonio.

 

Yo había quedado desorientado. Le decía a mi Señor: “En el tiempo en que más te busqué; más me has decepcionado” “Te pedí unción de tu Espíritu, y otra unción que no vino de ti me alcanzó” “¿Por qué me abandonaste ante este engaño y no me protegiste”?

 

Múltiples preguntas y recriminaciones como éstas, le hice a mi Señor. Finalmente le expresé mi locura mayor: “No volveré a ayunar y a orar delante de ti, porque no sé como discernir lo que es algo que viene de tu mano o no”

 

Esa insensatez fue mi última oración en un largo período de 18 años.

 

A partir de ese día en 1988, dejé de orar. Aún estaba en la iglesia como pastor. La oveja ya no estaba en la iglesia cuando me restituyeron. La congregación estaba dividida. Mi relación con mi esposa agonizaba.

 

Poco a poco me fui deslizando hacia la oscuridad. Sentía como mi vida se apagaba. Estuve en un continuo alejarme más y más de su Presencia y fui llevando mi vida y ministerio como una carga.

 

Reciclaba mensajes antiguos y los predicaba en la iglesia. Compraba libros con bosquejos de sermones y los adecuaba, para predicarlos en la congregación. Estuve así hasta caer en adulterio tres años después de aquella decisión de no orar.

 

Cuando caí en ese pecado, supe que estaba mal, pero no tenía fuerzas para volverme atrás. Había dejado las fuentes de Aguas de Vida, para ser arrastrado por las corrientes del mundo, del pecado y de la muerte.

 

Desde ese día perdí el temor a Dios. Ministraba en la iglesia, pero manteniendo una relación adúltera. Empecé a libar licor en fiestas y a fumar. Así estuve por tres años, hasta que me fue insoportable mi hipocresía y renuncié a la congregación. Todavía un resto de decencia, me hizo separarme de tan digno ministerio.

 

Qué vergüenza siento ante mi Dios y ante mis hermanos de la iglesia, a quien les fallé tan vergonzosamente. Espero en Dios que puedan perdonarme, porque perdón les pido y oro al Señor por una oportunidad de tenerles juntos y pedirles perdón por mi pecado.

 

 

Las tinieblas se apoderaron de mí y mi vida la llevé como cualquier otro insensato. Durante 18 años estuve en la oscuridad total. Me molestaba encontrarme con los hermanos, porque ellos me expresaban su amor, y me llamaban “pastor”. En ese lapso, me divorcié de mi esposa. Yo estaba en franco adulterio y andaba en las pasiones de mi cuerpo.

 

En ese tiempo me enteré que la ministración que había dado en aquel tiempo; era una ministración que había venido de la Presencia del Señor. Con los años, el mismo mensaje se estaba dando en muchas iglesias y lugares. Para mí esa noticia había llegado muy tarde. Solo la ironía de mi fracaso fue mi respuesta a esa información.

 

Aquella dimensión espiritual, aquella vida en Cristo me parecía tan lejana a mí. Yo vivía en el sequedal y en el desierto. La alegría me había abandonado y en mi interior solo había un gran vacío y una gran oscuridad.

 

Como bien me dijo mi esposa en aquella ocasión. La luz y las tinieblas no pueden convivir. O dejaba esa vida de adulterio y pasiones desenfrenadas o me divorciaba. Me decidí por el divorcio.

 

Las  expresiones de amor y respeto de los hermanos penetraban mis tinieblas y hablaban a mi corazón. En muchas ocasiones me encontré derramando abundantes lágrimas en la soledad de mi cuarto. Añoraba aquellos días del amor de Dios y de los hermanos. Miraba mi condición y me decía: “No hay esperanza para ti. Has pisoteado la sangre de Cristo”. Me hundía en la desesperanza.

 

Yo había dejado la Presencia del Señor y ahora vagaba por un gran desierto seco y árido, donde no hay aguas. Solo espinos y cardos encontré alrededor. Vivía en el mundo y en sus deleites pero sin disfrutarlos del todo. No tenía libertad para disfrutarlos.

 

Para una persona como yo, que había conocido la Vida, la Luz y el verdadero Amor de Dios; el mundo no me satisfacía. Me deleitaba por esos momentos fugaces, pero aún en medio de esos deleites, en mi interior había el testimonio de que ese no era mi lugar, que yo no pertenecía a aquello.

 

Aquel testimonio nunca me abandonó, lo cual me hacía más miserable. Estaba en el mundo, pero no podía disfrutar del mundo porque aquel testimonio me recordaba de donde había caído. No podía volver al Señor o a la iglesia porque ya no había más remisión por mis pecados. Solo me quedaba aquella horrenda expectación de juicio.

 

Pasaron los años hasta que un día, tuve necesidad de orar y pedirle una gracia al Señor. Me enteré que una hermana  muy amada, estaba enferma y podía morir.  Le dije: “Señor no sé si me escuchas o no; me atenderás o no. Sé que no soy merecedor de ser escuchado, pero me gustaría estar como antes de mi caída para poder orar por esta hermana que está muy enferma”

 

Cuando hice esa oración, empecé a llorar amargamente. Después de tantos años salió de mi boca una oración en el Espíritu. Lloré aún más. Di vueltas al vehículo y enfilé el carro a casa de la hermana.

 

Ahí recibí una poderosa unción del Espíritu que me postró en el piso y lloré abundantemente. Recibí revelación del Señor sobre la vida del Espíritu. Mi alma añoró esa vida y le pedí perdón por mi locura. Volvió el gozo del Señor a mi corazón y experimentaba su Amor y Aceptación.

 

Yo estaba feliz. Esa noche hablé con mi pareja, con la cual había iniciado vida en común. Le hablé de mi experiencia y le dije: “He vuelto al Señor”. Desempolvé mi biblia, empecé a escudriñar la Palabra y a orar nuevamente. Volví a ser feliz.

 

No pasaron ni 15 días cuando la hermana me dice: “Tú no has sido restaurado. Todavía estás en pecado. Estás en otro engaño.”. Esas palabras me tiraron al suelo y se reinició aquella lucha de hacía más de 18 años.

 

La duda volvió a asaltarme. En mi interior había un caos. Sentí que de la gloria de la Restauración y de beber de las mieles del Señor en mi nueva comunión con El; era lanzado estrepitosamente al duro suelo de la realidad.

 

Me costó mantenerme en el Camino. Pero como un perrito hambriento, no me quería apartar de la mesa de mi Señor. Le decía en mis oraciones: “Aunque no pertenezca ya a tu pueblo, comeré de las migajas que caen de la mesa de tus hijos” “No quiero más la comida de los puercos”

 

Le decía a mi Cristo: “Aunque es posible que no me oigas, porque estoy en mi pecado, que creí lo habías quitado; viviré como para ti” “oraré, pensando que me escuchas, aunque no lo hagas, porque estoy en mi pecado, pero me es mejor orar que quedarme mudo”

 

“Oraré en el Espíritu, aunque sea en vano; pero prefiero hacerlo porque me es mejor. Viviré mejor creyendo que he sido aceptado otra vez; a pesar de tu rechazo por mi pecado.”

 

Así estuve por largo tiempo.

 

Hace poco más de año y medio empecé a escribir sobre profecías y a participar con comentarios en muchos artículos de opinión. Tuve la urgencia de escribir un libro sobre el tema del Retorno de Cristo.

 

Oré intensamente al Señor. Le dije: “Esta revelación sobre la identidad del Anticristo, la Confederación de las 10 naciones que le darán su poder a la Bestia, el entendimiento sobre las señales del fin, la persecución a tu pueblo, el significado del misterio del 666, el Arrebatamiento de la iglesia y muchos temas más, que El me habías dado 25 años atrás, siento la necesidad de plasmarla en el libro. Ayúdame”

 

Mi vida de oración y de comunión con El se fue enriqueciendo poco a poco. La preparación y terminación del libro: Islam, el Azote de Dios, me ayudó a buscar su Rostro con mayor intensidad. Veía como las señales de su Venida se estaban desarrollando ante mis ojos y la urgencia de levantarme y proclamar este mensaje, era cada día más intensa.

 

Terminé el libro, lo mandé a publicar y me dio un infarto que casi me lleva  a su Presencia.

 

Experimenté como mi vida era visitada por suaves soplos de su Espíritu. Sentía como en la tierra seca y árida en que había vivido, manantiales de aguas eran abiertos en mi desierto. Poco a poco mi interior fue cambiando. El verdor de las hojas marchitas, ya se dejaban ver. 

 

Le dije: “Conduce mi vida de hoy en adelante. Sé que vienes pronto por tu pueblo y yo quiero estar ahí. Llévate toda duda de mi corazón y afirma mis pies en tu Camino”

 

Después de operado, entendí que esta segunda oportunidad era en serio. Decidí entregarme al 100% sin guardar nada para mí, dejando toda duda en cuanto a mi restauración, lejos de mí. Afirmé mi corazón para asistir a la iglesia, y empecé a congregarme, a pesar de sentir gran recelo de volver a hacerlo.

 

Han sido los 8 mese más hermosos de mi vida. Su amor y guía del Espíritu han sido constantes. He visto como llena cada día mi vida con su Presencia y me va transformando de gloria en gloria. He visto su mano poderosa sobre mí y como me ha conducido en este tiempo.

 

Así llegué a Hay Esperanza. Experimenté como me pastoreó hasta ese lugar de reposo. Mi alma necesitaba de reposo en el Señor; y así ha sido. El Señor fue sanando mis heridas, untando mi alma con su ungüento, abrazándome con su Amor, me hizo entrar en su Presencia y hacerme gustar de sus amores.

 

Poco a poco me fue fortaleciendo y multiplicando mis fuerzas como las del búfalo y haciéndome volar como las águilas. Hizo mis pies como de cierva y me hizo caminar en mis alturas.

 

Me ha hecho escuchar su Voz y me ha introducido a sus recámaras. Me levanta de madrugada para prodigarme sus amores. Me deja oir su dulce Voz diciéndome en lo profundo de mi corazón:

 

“No temas Yo mismo Soy. Nunca te dejé. Nunca te desamparé. Siempre estuve contigo, porque mío eres tú. Anduviste por el fuego, y la llama no ardió en ti. Por las aguas y no te anegaron; porque te puse Nombre. Eres mío, yo te compré. No te abandoné aunque me diste tus espaldas. Esperé por ti, por este día. Ahora me conocerás como nunca me conociste. Me revelaré a tí y conocerás que Yo Soy tu Dios que te esfuerza y te da Vida.

 

He aquí todas las cosas las he hecho nuevas para ti. Anda en pos de Mí y verás mi Gloria. Te conduciré por Camino en que no has andado, pero confía, Yo te guiaré y conduciré tus pasos. Te llevaré a lugar espacioso, donde te saciarás y te rodearé de mi Favor. Multiplicaré tu sementera y te haré rebosar. Restituiré en ti lo que se comió la oruga y el revolcón. Nunca más se dirá de ti: Desamparado de Jehová”

 

Le he dicho al Señor en esta nueva dimensión: “Dame seguridades tuyas en lo que te has de manifestar en mí. Sabes lo que pasó y no soportaría pasar por algo semejante. Sé que me derrumbaría total e irremediablemente. En esa parte soy frágil y vulnerable.

 

Cuando tenga tu confirmación de que me has hablado en algo; lo haré sin dudar y empeñaré mi vida en ello porque sé que es tu quien me lo ha dicho.”

 

Así ha sido hasta aquí. Ha confirmado amorosamente los pasos en los que me guía. Pude entender y vivir aquello de “Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”

 

Esas sendas de Justicia son las obras en las cuales El quiere que yo ande. Los caminos del Altísimo son y serán ahora mis sendas por las cuales mi Cristo me guiará por el poder de su Espíritu. Toda buena obra en Cristo, todo lo que tenga que hacer, lo haré en el poder de su Espíritu, por el cual hago morir las obras de la carne o las obras de injusticia.

 

 

El cuerpo de pecado, el hombre viejo, con sus obras, ahora está muerto en la cruz. Experimento la potencia de su Espíritu vivificándome para andar en las obras de Espíritu, las sendas de justicia, por amor a su nombre.

 

Me va conduciendo paso a paso a la Plenitud de Vida en la que El quiere que yo viva, hasta poder gritarle al mundo “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”. Para que entonces su Vida se manifieste en mí cada día. Ahora esa es mi oración: “Señor, que ya no viva yo, sino tú en mí”.

 

Ahora le conozco como mi Pastor. El me pastorea y me pastoreará siempre. Le sigo por donde me haga escuchar su Voz.

 

Ciertamente me llevó junto a Aguas de Reposo. Ahí trató mis heridas y temores. Me hiso entrar en su reposo. Dejé todo afán delante de El; todo dolor y sufrimiento; toda duda y sinsabor; toda culpa y condenación, quedaron atrás. Me hizo entender que todos mis pecados El los llevó en la cruz del Calvario; que el pecado no tiene poder sobre mí. Que ahora estoy muerto al pecado porque el hombre viejo está clavado con El en su cruz.

 

Que la nueva vida que El me ha dado por el poder del Espíritu que mora en mí; he de vivirla por su Espíritu y para ello debo sumergirme en El y en su Palabra, que me vivifica cada día. Ahora solo quiero estar en su Presencia. Paso largas horas del día en comunión con El.

 

Lo que en mí fue una enfermedad para muerte; El la ha cambiado para vida. He podido pasar largas horas en su Presencia y Conocerle como nunca lo había conocido.

 

Estoy viviendo su Palabra que me dice:

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

“Jehová es mi pastor; nada me faltado ni me faltará.




En lugares de delicados pastos me ha hecho descansar y aún lo hará otra vez; Junto a aguas de reposo me pastoreó y me pastoreará cuando lo necesite mi alma.


Confortó mi alma y aún lo volverá a hacer cuando no me queden fuerzas para continuar; Me guía y aun me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.


Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque El estará conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.




Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.




Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.”

 

Recuerden la Conferencia del 3 de Diciembre. Obtengan sus boletos con tiempo porque son pocos. Sólo serán 250 boletos para venta. El Señor hará maravillas ese día y ungirá con poder a los asistentes, preparándoles para los días malos que se avecinan.



Entenderemos lo de la Armadura de Dios y su verdadero propósito para ser usada en los tiempos difíciles, con la cual podremos derrotar al enemigo que nos rodeará buscando hacernos caer de nuestra confianza en el Señor.  

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